La difícil y muchas veces incomprendida relación entre la Democracia Cristiana y el Partido Comunista va más allá de ser instrumental cuando se plantea llegar al Gobierno.

Es que en el seno de ambas colectividades, no pueden obviar las ideologías y posturas que históricamente las han sustentado, lo que les lleva a caer en una contraposición que parece no tener salida.

Sin embargo, siguen allí las conversaciones por acuerdos como oposición, con los que pretenden incluso llegar al Gobierno juntos, tal vez con ministros demócrata cristianos y comunistas trabajando juntos.

Es por ello que cabe preguntar a estos partidos, si se miran a si mismos ¿podrían proponer algo serio al país y no sólo instrumental?

El comentario es de Tomás Mosciatti: