La recesión amenaza a los países ricos, según informes divulgados el jueves, cuando Francia se aprestaba a aprobar el plan de rescate a Grecia para frenar la crisis de la deuda en la Eurozona y el presidente estadounidense Barack Obama a lanzar un programa de reactivación del empleo.

“Hay un enorme grado de incertidumbre sobre la economía mundial y la zona euro”, declaró en Fráncfort el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.

El instituto monetario revisó a la baja sus previsiones de crecimiento DEL PIB de la Eurozona, que será de 1,6% en 2011 y 1,3% en 2012 (las proyecciones de junio pasado eran de 1,9% y de 1,7% respectivamente).

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también revisó en fuerte baja sus previsiones y admitió el riesgo de que algunos países ricos caigan en una nueva recesión y de que la crisis de la Eurozona se agrave.

Incluso Alemania, primera economía europea, podría registrar este año un trimestre de contracción de su PIB, al igual que Italia, según el informe publicado por la OCDE la víspera de una reunión en Marsella de ministros de Economía y jefes de bancos centrales del G7 (Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña).

Las autoridades políticas, acosadas por los mercados, trataban de recuperar la iniciativa, para impedir una recaída en la crisis que en 2009 sumió al mundo en la recesión.

Francia se convertirá el jueves en el primer país de la Eurozona en aprobar definitivamente el plan de rescate a Grecia aprobado en julio por los dirigentes europeos.

Los senadores franceses votarán el paquete ya respaldado por los diputados, que incluye también medidas de rigor para frenar el déficit presupuestario francés.

Sin embargo, el segundo plan de rescate griego, de casi 160.000 millones de euros, no entrará en vigor antes de 2012, pues varios de los 17 países de la Eurozona sólo lo aprobarán dentro de unos meses.

Holanda llegó a aludir la posibilidad de excluir a Grecia de la Eurozona, por incumplir con sus compromisos de rigor presupuestario para reducir su abultada deuda, pero la Comisión Europea excluyó esa alternativa.

“Ninguna salida ni expulsión de la zona euro está contemplada en el Tratado de Lisboa. La participación en la zona euro es irrevocable. No hay discusión en ese sentido”, dijo Amadeu Altafaj, portavoz del comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

La OCDE llamó por otro lado a reforzar la capitalización de los bancos en la zona euro, y Trichet dijo que el BCE está dispuesto a “proporcionar la liquidez” necesaria para las instituciones financieras de la región.

Tres países de la eurozona fueron objeto en estos meses de programas de rescate (Grecia en dos ocasiones, Portugal e Irlanda). La crisis se acentuó este verano boreal y puso en la mira a España e Italia.

El secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, pidió a los líderes europeos “adoptar acciones más contundentes para generar confianza”.

Los mercados reaccionaban de todos modos positivamente al plan francés y al respaldo que el miércoles dio el Tribunal Constitucional alemán al plan de rescate a Grecia. Las principales bolsas europeas cerraron el miércoles en alza y el jueves se mantenían estables.

Los inversores actuaban también con prudencia, en espera del anuncio del plan de Obama, que contempla destinar unos 300.000 millones de dólares para impulsar el mercado laboral.

El desempleo se ha convertido en la principal preocupación del ciudadano medio en Estados Unidos, ante una tasa del 9,1% que no da signos de bajar a pesar de un gran plan de estímulo económico lanzado en 2009 y a sucesivos recortes de impuestos.