El Tribunal Europeo de Justicia decidirá el martes 6 de septiembre sobre las implicaciones de la presencia de polen de cultivos transgénicos en la miel. La decisión del Tribunal puede tener graves consecuencias para el sector apícola en Chile, expuesto a cultivos transgénicos cuya ubicación es oficialmente secreta y con pocas medidas de bioseguridad.

Entre las consecuencias se encuentra la imposibilidad de comercializar la producción contaminada o la necesidad de su etiquetado como transgénica, lo que supondría una grave pérdida de mercados.

Al menos a un exportador de miel chilena ha tenido problemas con sus exportaciones hacia Alemania, con embarques detenidos, suspensión de envíos desde principios de mayo y posibles pérdidas de hasta USD $ 7 millones.

El fallo del Tribunal Europeo se producirá a raíz de la denuncia de un apicultor alemán que se vio obligado a destruir su producción al encontrarse en ella polen de maíz transgénico, cuya presencia no está autorizada en la miel. Esta sentencia podría afectar especialmente a los apicultores chilenos, ya que en Chile se destinan en torno a 20.000 hectáreas de cultivos transgénicos cada año, desconociéndose su ubicación exacta.

Cabe destacar que la actividad apícola involucra a 12.000 apicultores en el país, el valor de sus exportaciones alcanza a USD $ 30 millones, generándose más de USD $ 450 millones en servicios de polinización.

“La situación que pueden afrontar los productores de miel en Chile es otra grave consecuencia de los cultivos transgénicos. No parece justo que los apicultores puedan terminar pagando por la inadecuada política del Gobierno en esta materia. Son las empresas semilleras transgénicas y el Gobierno los responsables de la situación actual, y tienen que asumir las posibles consecuencias económicas y sociales”, afirmó Iván Santandreu, vocero de Chile sin Transgénicos.