Con motivo de Semana Santa, la nutricionista de Sodexo, María José Fierro, afirmó que hay tres claves para guiar una compra adecuada de pescados y mariscos.

“Lo primero, dijo, es comprar en locales autorizados. Es importante tener cuidado con productos que nos pueden ofrecer a menor precio, pero sin cumplir condiciones de higiene como línea de frío o la misma autorización sanitaria para comercializar productos marinos”, expresó la experta de la entidad de calidad de vida diaria.

“En segundo lugar, al comprar hay que observar las características organolépticas de cada producto: el aroma, la textura y sabor. Si estos no son agradables, se debe descartar inmediatamente el producto. Por último, hay características muy simples que indican una buena conservación, por ejemplo, el líquido interior de los mariscos abiertos debe ser transparente y su olor agradable. En el caso del pescado, los ojos tienen que estar brillantes, las agallas rojas y la piel húmeda y firme. Si no se cumple lo anterior, probablemente sea un producto en mal estado y hay que descartarlo”, enfatizó María José Fierro.

Sostuvo que consumir mariscos en mal estado, con cocción insuficiente o sin ella, puede provocar intoxicaciones alimentarias, generada por bacterias como el Vibrio Cholerae, que causan el Cólera o el Vibrio Parahemolítico. En ambos casos, se presenta diarrea acuosa, fiebre, vómitos y cólicos abdominales, que podrían derivar en una deshidratación severa.

La aparición de los síntomas de una intoxicación por alimentos ocurre entre 2 a 6 horas después de consumida la última comida y, usualmente, afecta a más de 1 persona al mismo tiempo.

Frente a una situación como ésta, se debe acudir al servicio de urgencia más cercano, para recibir tratamiento médico o realizar vaciamiento de estómago lo antes posible.

“Posteriormente, es importante hidratarse con líquidos como agua mineral, o de hierbas para reponer las pérdidas de líquidos generadas por la intoxicación y se recomienda régimen hídrico, hasta que desaparezcan los síntomas”, indicó.

Con las debidas precauciones, el consumo de productos del mar aportan proteínas, vitaminas del complejo B (que contribuyen al funcionamiento del sistema nervioso) y minerales esenciales como fósforo, hierro, potasio y zinc (que benefician el crecimiento y previenen bajo peso al nacimiento como el parto prematuro) y selenio, conocido por su acción antioxidante. Por lo mismo, es recomendable comerlos al menos una vez a la semana, sostuvo la especialista.