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El camerunés Roger Milla celebró sus goles en Italia-1990 bailando y estampó un sello a imitar durante los Mundiales, como lo fue la del sueco Freddie Ljungberg con su corte de pelo con cresta y David Beckham con las gafas de sol y su vestimenta ‘fashion’ al salir del vestuario.

El fútbol y sobre todo el Mundial es una vidriera que sirve para instaurar modas y tendencias, que suelen pasar por el pelo y los festejos de los goles.

En el segundo rubro, muy conocida es la celebración que estampó el brasileño Bebeto con sus goles rumbo al título en Estados Unidos-1994 meciendo los brazos para acunar a su bebé que estaba en camino. Aquel gesto que repetía su compinche de ataque Romario incentivó la imaginación de otros con respecto a ese tema.

Uno de ellos, tras marcar gol, es tomar la pelota y ponérsela bajo la camiseta, imitando la imagen de sus esposas embarazadas, a quien muchos otros le dedican el tanto besando en anillo de compromiso.

Bajo este mismo lema, el italiano Francesco Totti y el brasileño Robinho patentaron el festejo del chupete o de la mamadera, colocándose el dedo pulgar en la boca.

Milla dio rienda suelta a los pasos de baile. Los africanos eran los especialistas, como se recuerdan a las Águilas Verdes nigerianas haciendo pasos tribales alrededor del banderín del córner.

Pero los brasileños también aplicaron los pasos de carnaval, igual que el argentino Carlos Tevez con sus coreografías de cumbia.

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Mentor de un físico hipertrabajado con repeticiones de ejercicios abdominales, el portugués Cristiano Ronaldo muchas veces sacrifica una tarjeta amarilla para celebrar quitándose la casaca y marcando su cuerpo, admirado por la platea femenina, igual que hace el uruguayo Diego Forlán.

“El fútbol y la moda parece un matrimonio por conveniencia. Los futbolistas son iconos para la gente joven, por eso los contratamos”, afirma el portavoz de Pepe Jeans, marca que viste a CR9.

David Beckham es otro de los referentes que marca tendencia. El inglés ha sido imitado por colegas a la hora de hacerse tatuajes.

Becks, asimismo, impuso los anteojos de sol Vogart para el andar urbano, así como sus cambiantes cortes de pelo: rapado, cresta, coloreado, según la ocasión y cambio de imagen que le sugieran sus asesores.

Desde hace tiempo, los futbolistas se quieren hacer notar dentro y fuera de la cancha, con sus vestimentas y cabellos.

Los italianos son las grandes especialistas y, por lo general, sorprenden con sus indumentarias en Copa del Mundo. Superajustadas, como en la última edición mundialista, o más holgadas, como la usaban a mediados de los noventa.

El portero mexicano Jorge Campos usaba camisetas de colores chillones, muy representativas del vestir autóctono mexicano, mientras que los colombianos René Higuita y Carlos Valderrama los rulos salvajes.

La moda de los futbolistas con pelo largo con una cinta o recogido con una goma la impusieron Fernando Redondo, Ariel Ortega, Gabriel Batistuta y Claudio Caniggia, mundialistas juntos en 1994 de la selección argentina.

“Se están tocando el pelo y se desconcentran”, solía criticar Daniel Passarella, ex seleccionador albiceleste en 1998, quien impuso el pelo corto en su plantel al inicio de su gestión, en la que tampoco se permitían los aros, esos que puso de moda Diego Maradona.

Sudáfrica-2010 será una pasarela para reactualizar o descubrir nuevas tendencias de muchas aristas que toca el fútbol, más allá de que la esencia siga siendo el balón y su desafío de meterse en el arco.