El balance de víctimas mortales del sismo que azotó el miércoles la provincia china de Qinghai (noroeste) se agravó y llega ahora a 791 muertos, tras descubrirse otros 31 cuerpos, anunció el viernes la agencia oficial China Nueva.

Dos días después del terremoto de 7,1 grados de magnitud, el más grave registrado en China desde el de la vecina Sichuán en 2008, las operaciones de búsqueda continuaban para tratar de encontrar unas 200 personas que siguen desaparecidas en la región de Yushu.

El primer ministro Wen Jiabao se encuentra en la ciudad devastada de Jiegu desde el jueves por la tarde para dirigir las operaciones de socorro, según imágenes de la televisión CCTV.