Australia inició este sábado la operación mundial “60 minutos por el planeta” (Earth Hour), destinada a luchar contra el calentamiento climático, con un apagón de luces que dejó a oscuras la Opera y el puente de Sydney y en el que participaron millones de hogares.

Las sirenas de los transbordadores del puerto de Sydney dieron la señal del “apagón” que comenzó a las 20.30 horas locales por iniciativa del Fondo mundial por la naturaleza (WWF).

“De Brasil a Estados Unidos, en Canadá hasta en Australia, Japón e India: es todo un abanico de paises diferentes que participan este año”, se felicitó el principal responsable de la operación, Andy Ridley.

Cientos de edificios prestigiosos, desde la Torre Eiffel a la Ciudad Prohibida o el Empire State Building participarán en la manifestación, que se produce tres meses después del fracaso de la cumbre sobre el clima de Copenhague.

En diciembre, la conferencia de Copenhague, con el auspicio de la ONU, culminó en un acuerdo mínimo concluido por menos de 30 paises de los 192 presentes.

Los grandes paises en desarrollo como China y la India, hacen frente a toda tentativa para someterlos a ciertas obligaciones. Por otra parte, consideran que los objetivos de reducción anunciados por los paises industrializados están aún lejos de ser suficientes.