No es un misterio que hay algunas personas que resultan más atractivas que otras y esto tendría una explicación científica.

No obstante, las razones pueden ser variadas. Hay que aclarar que un proceso de atracción no involucra solamente factores físicos, sino que también tiene que ver con procesos químicos. “El enamoramiento comienza en la corteza cerebral. Posteriormente pasa al sistema endocrino y se transforma en una respuesta fisiológica y en cambios químicos originados por la segregación de dopamina en el hipotálamo”, indica especialistas a National Geographic.

La atracción física juega un rol fundamental en el proceso de “enamoramiento”, seguida por la atracción hacia la personalidad del otro. Sin embargo, existen ciertos atributos que la ciencia ha podido explicar, que serían fundamentales en esto.

¿Qué nos hace ser más atractivos?

Esto puede ser subjetivo para algunas personas, pero lo cierto es que existen algunos patrones que muchos comparten a la hora de fijarse en alguien.

Por ejemplo, la belleza es un punto a favor en el proceso de enamoramiento. Sin embargo, esto se debe a algo más profundo: la simetría facial. De acuerdo a un estudio realizado por los biólogos Randy Thornhill y Steven W. Gangestad y publicado en la revista Springer Link, arrojó que la simetría se relaciona con la calidad de los genes con fines reproductivos.

Otro punto importante a considerar es el olor corporal. En otro estudio realizado por científicos de la Universidad de Dresde, Alemania, sostuvo que el responsable de esto es la histocompatibilidad (HLA), una especie de código genético que se percibiría a través del olfato y que influye en la actracción.

“Demostramos en una gran muestra que la disimilitud HLA se correlaciona con la pareja, la sexualidad y aumenta el deseo de procrear. Tanto hombres como mujeres de diversas culturas buscan perfumes que resalten su olor corporal de la forma más deseable”, indica un extracto del estudio.

Tu postura. Probablemente una persona más encorvada no resulta tan atractiva, mientras que ciertas posturas pueden ser mucho más favorables para las personas.

En una investigación realizada en la Universidad de New Castle, Inglaterra, se concluyó que las personas con ciertas posturas resultaban más atractivas que otras, luego de que el grupo de estudio mirara diversas fotografías donde los modelos tenían una ligera inclinación hacia el costado y el mentón situado hacia adelante.

Los ojos son el punto atractivo de muchas personas. No obstante, se ha descubierto que esto no tiene que ver ni con la forma o color, sino más bien con la parte blanca del ojo llamada esclerótica.

“La blancura de la esclerótica se une a otros signos como la piel lisa, el pelo largo y brillante, la simetría, la promedialidad y los rasgos sexualmente dimórficos como señales de salud, belleza y aptitud reproductiva, mientras que la enrojecida se relaciona con tristeza y salud deficiente”, explica un extracto de la investigación.

Por último, para los científicos existe un atributo que puede hacer que todo cambie en un proceso de atracción: la sonrisa. Un estudio publicado en National Library of Medicine, arrojó que “para las mujeres resultan mucho más atractivos los hombres con expresiones interesantes, serias, de orgullo. Mientras que los hombres se vieron más atraídos por las mujeres que irradiaban felicidad. Otro dato interesante es que las expresiones de vergüenza, como ruborizarse, resultaron atractivas para ambos sexos”.

A esto se le pueden sumar características como la actitud, forma de hablar o vestir, aunque siempre está sujeto a qué busca una persona en otra.