En primavera y verano, jugar con agua es una forma de que los niños estén entretenidos, a la vez que les ayuda a capear el calor y realicen actividad física. Además, resulta económico, pues hay piscinas inflables para niños desde precios muy asequibles hasta otras más grandes, donde también pueden estar los adultos. Por supuesto que esto es siempre que nos preocupes de mantener la seguridad en todo momento.

Y si no puedes nadar en ese espacio tan reducido, de todos modos, puedes vigilar a los pequeños mientras practicas algún otro deporte, y así ejercitan en familia. Un set de pesas para mejorar la resistencia, por ejemplo, es una opción que te permitiría entrenar sin perder de vista a los infantes. Y si no tienes una piscina pequeña, te contamos que se acerca el Cyber Monday, así que puedes esperar a esa fecha para aprovechar ofertas. A continuación, puedes conocer algunas ventajas de jugar con agua.

1- Ejercitan el cuerpo

Jugar con agua o nadar puede ayudar a los niños a mantenerse activos y tener un peso saludable, algo importante considerando que Chile está entre los países con mayores niveles de sobrepeso y obesidad de la OCDE, y que muchos han pasado más de un año sin hacer ejercicio.

La natación, específicamente, también ha sido vinculada a una reducción en el riesgo de sufrir otras enfermedades crónicas, como colesterol alto, presión alta, diabetes tipo 2 y patologías al sistema cardiorrespiratorio. Igualmente puede mejorar la respiración, apunta Mireia Tomás, licenciada en Instituto Nacional de Educación Física de Madrid y miembro del equipo de Clínica Opción Médica, en el periódico español El Mundo.

2- Estimula sus sentidos e imaginación

Jugar con elementos de la naturaleza es una forma tradicional de estimular los sentidos, la creatividad y la curiosidad de los niños, ya que deben usar su imaginación e ingenio para crear sus propias dinámicas desde cero. Todo ese aprendizaje no siempre se encuentra en otros juegos más modernos, como los videojuegos, donde se pierde, por ejemplo, la capacidad de tocar los elementos, sentirlos y construir estructuras con sus propias manos en lugar de sólo mirar una pantalla.

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3- Desarrolla los movimientos y la musculatura

Según indica la psicopedagoga María José Roldán en la revista española Eres mamá, “los movimientos como verter, llenar, mojar, salpicar, mezclar, rociar, aplastar y exprimir son excelentes formas de desarrollar estas habilidades (motricidad).”

Si están en una piscina hogareña que les permita nadar, puede también contribuir a desarrollar sus músculos, dice Mireia Tomás en El Mundo: “(Nadar) es un ejercicio aeróbico que involucra a casi todos los grupos musculares del cuerpo, que trabajan, además, con una resistencia, el agua (…) Mejora la flexibilidad, ejercita el tono y reafirma el cuerpo sin perjudicar a las articulaciones. Además, favorece la coordinación corporal, ya que implica el trabajo de muchos músculos”.

4- Sirve como método educativo

Jugar con agua no consiste sólo en mojarse o nadar, también se pueden crear juegos específicos que ayuden a los niños a aprender. Según propone la psicopedagoga María José Roldán en Eres mamá, manipular este elemento puede enseñarles conceptos básicos sobre matemáticas y ciencias.

Con recipientes con agua, pueden comenzar a entender conceptos como el volumen, la capacidad y los diferentes tamaños. También pueden ver cómo la tierra es diferente cuando se moja, cómo el agua puede cambiar de forma o cómo este líquido interactúa con el viento, etc.