Pintarse las uñas puede parecer una tarea sencilla, pero el problema comienza cuando debes aplicar el esmalte en la mano dominante (la derecha si eres diestro, o la izquierda si eres zurdo).
Este proceso requiere tener mucho pulso y concentración, por lo que en ocasiones puede resultar complicado.
Sin embargo, existen una serie de trucos y técnicas para conseguir un resultado prolijo en ambas manos.
El látex líquido es la mejor opción
Lucero Hurtado, manicurista de celebridades como Penélope Cruz o Ana de Armas, recomienda utilizar un látex líquido alrededor de las uñas, antes aplicar la capa de color.
Cuando el producto se seca, se convierte en un sólido elástico que funciona como una barrera entre el esmalte y las cutículas. “Estas bases peel off son perfectas para quienes no tienen demasiada práctica, y muy especialmente para maquillar la mano dominante”, comenta la experta, en el diario electrónico El País.
Asimismo, destaca que es un buen truco que aporta control y comodidad. “Una vez que hemos terminado, esa base se quita como si fuese una goma, dejando la piel limpia de esmalte”, añade Teresa Martín, maquilladora y creadora de la asesoría de belleza Beauty Inside.
Por otra parte, si no tienes mucha práctica pintando las uñas de tu mano dominante, es mejor probar con un tono suave, cuyos detalles en los bordes no se notarán tanto.
Si bien aplicar el color suele ser el paso más importante, los manicuristas recomiendan pincelar una capa de base primero, para que ese tono dure más tiempo.
Comienza por la mano difícil
La experta recomienda iniciar con las uñas de la mano dominante. Además, señala que debes pintar en una sola dirección, ya que si mueves el pincel en distintos sentidos, crearás pequeñas hendiduras que pueden romper la capa de color.
En este contexto, aconseja aplicar el esmalte en secciones pequeñas para darle más precisión al resultado.
“Siempre empiezo en el centro de la uña y después voy hacia los laterales, con cuidado de no manchar la piel. Un buen truco para controlar mejor el acabado es que la primera capa de color no llegue a cubrir los extremos laterales. Así dejamos la uña bastante cubierta y con un retoque en la segunda capa, es suficiente”, describe Teresa Martín.
Los nail artists aconsejan mantener la mano en una base estable, como una mesa, para evitar que los codos o los antebrazos tiemblen.
“Una buena postura es mantener el esmalte muy cerca de la mano que vamos a pintar y tener como punto de sujeción el dedo meñique”, recomienda Hurtado.
De este modo, se sostiene el pincel con la mano no dominante, se fija el meñique en la superficie y se mueven solamente los dedos índices para aplicar el producto. “Esto aporta un mayor control al esmaltar a mano alzada”, precisa.
“Un gran truco es usar un bloque de yoga o una caja de zapatos para anclar el brazo y así mantener la estabilidad”, revela el libro de la manicurista de las celebridades Gina Edwards.
Otra opción para lograr un buen resultado, es utilizar un lápiz corrector para limpiar los trazos indeseados alrededor de la uña.
Ese tipo de productos tienen una forma de cabezal, pensada especialmente para llegar fácilmente a todas las zonas de la uña.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el lápiz quedará teñido del color del esmalte, por lo que es recomendable limpiarlo inmediatamente.
