De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017), un 8.5% de las personas contestaron que alguna vez fueron diagnosticadas con migrañas o dolores de cabeza frecuentes. De hecho, en Chile, los trastornos relacionados con los dolores de cabeza son el tercer problema de salud que más afecta la vida laboral, familiar y social de los chilenos, según el estudio Global Burden of Disease.

Como explica el Dr. Cristián Sedano, Neurólogo del Centro de Cefalea de la Red Salud Arauco y participante del primer Consenso Nacional de Migraña realizado en Chile recientemente, “la migraña es una enfermedad de tipo neuroquímico, electrofisiológico, no estructural, que se caracteriza por ser hereditaria, en general, y dura toda la vida, por lo que no es cualquier dolor de cabeza.”.

Sedano hace hincapié en que, al ser la migraña una patología y no un síntoma, debe ser diagnosticada y tratada por neurólogos especialistas en migraña. “Ésta es una de las diez patologías más invalidantes del ser humano, pero es subdiagnosticada, subtratada y mal manejada”, afirma.

Un cerebro hipersensible a los cambios

Salir de vacaciones es toda una prueba para quienes padecen migraña, pues hablamos de un cerebro hipersensible, que reacciona más frente a cualquier estímulo de tipo olfativo, lumínico, sabores, el estrés y las fluctuaciones hormonales, entre otros.

Esta disfunción activa los centros del dolor, especialmente cuando se producen cambios en la rutina. Así, tanto salir como volver de vacaciones puede generar un alto nivel de estrés, el cual también es un gatillante de las crisis por migraña. El Dr. Sedano da recomendaciones para que el regreso a la rutina sea más llevadero:

Mantener la rutina del sueño: dormirse y levantarse a la misma hora, así como dormir la misma cantidad de horas que acostumbra tomar.

Realizar ejercicio periódicamente y mantener los hábitos de alimentación.

Manejar el estrés mental, con actividades que brinden bienestar, como terapias de relajación, mindfulness, reflexoterapia, entre otras.

– Las personas que ya han sido diagnosticadas con migraña deben acudir a control periódico con su médico tratante.

– Asimismo, deben mantener los tratamientos que les hayan sido indicados. Esto es de vital importancia, ya que estudios han demostrado que 93.3% de las personas, al año de haber comenzado su tratamiento, no sigue las indicaciones y no utiliza sus medicamentos como corresponde, de acuerdo con el Dr. Sedano.

Puede ser útil llevar un calendario de cefalea donde el paciente pueda registrar la cantidad de crisis por migraña y qué gatilló esos episodios para poder evitarlos: puede ser algún alimento, un estímulo visual, un ruido, un olor, cambios climáticos, el estrés, entre otros. Cada persona es diferente y debe armar su propio perfil en torno a la enfermedad.

¿Cuántos días por mes sufre de migraña?

Existen distintos tipos de migraña que se definen según la cantidad de eventos o crisis migrañosas que presenta la persona a lo largo de un mes. La migraña episódica se define como menos de 15 días de dolor de cabeza por mes, mientras que la crónica, según la International Headache Society, consiste en “quince o más días de dolor de cabeza por mes durante un período de tres meses, de los cuales más de ocho tienen características de migraña”.

El especialista del Centro de Cefalea de la Red Salud Arauco señala que la migraña como tal es una enfermedad de tipo crónica, cuyo tratamiento se ajusta de acuerdo con el perfil de cada paciente según su edad, el peso, si evidencia otras patologías, si tolera o no los medicamentos, o si es alérgico.

“No es tan simple como decir ‘me voy a tomar esta pastilla’. Regularmente, a la persona se le realizan diversos test para evaluar cómo la migraña afecta su calidad de vida y, en algunos casos, cuando hay signos de alarma (una cefalea de inicio sobre los 50 años, una cefalea asociada a fiebre, entre otros), se solicitan imágenes generales, escáner o una resonancia o un electroencefalograma”.

Un tratamiento adecuado a cada perfil de paciente

El objetivo del tratamiento médico consiste en disminuir la cantidad e intensidad de las crisis por migraña y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Hay tratamientos llamados agudos, más específicos para las crisis, que son solamente para disminuir el dolor cuando se presenta. “Se ocupan analgésicos, antiinflamatorios y triptanes”, dice el Dr. Sedano.

También existen tratamientos preventivos o profilácticos, “que se toman todos los días, en un horario determinado y con dosis determinadas, para prevenir que vengan los dolores y para disminuir la intensidad y frecuencia. Esto se da para bajar de categoría al paciente: pasarlo de migraña crónica a migraña episódica”.

En ese sentido, el Dr. Sedano afirma que el tratamiento preventivo se indica cuando la persona presenta quince o más crisis al mes por un periodo de tres meses, es decir, migraña crónica, o cuando tiene cuatro o más crisis invalidantes al mes, o si el paciente lo solicita al tener dos crisis invalidantes por mes. “En este caso se indican antidepresivos, antiepilépticos, anti-hipertensivos, estabilizadores del ánimo, vitaminas e, incluso, anticuerpos monoclonales”, agrega.

Además del tratamiento farmacológico señalado, el Dr. Sedano indica que “también existen terapias o tratamientos complementarios, como la terapia kinésica, nutricional, odontológica y psicológica debido a que hay mucha co-morbilidad en la migraña como son los trastornos depresivos, ansiosos, de personalidad, el hipotiroidismo y la diabetes, entre otros”.

Lo importante es, en todo caso, evitar la automedicación, debido a que todos los medicamentos tienen un riesgo. “Debería haber un control médico para que el especialista sea el responsable del éxito o no del tratamiento. El médico debe informar de los efectos adversos y los pacientes, por su parte, también deben preguntar ya que están en su deber y derecho”, puntualiza el Dr. Sedano.