“La muerte de un niño puede ser devastadora, independientemente de su edad. Lo que muchos no entienden, sin embargo, es que perder a un hijo antes del nacimiento puede ser igualmente devastador”.

Así lo señala la doctora en psicología y especialista en duelo, Marilyn Mendoza, quien en una columna en el portal especializado Psychology Today explica que es importante expresar los sentimientos tras un aborto espontáneo, pese a las múltiples opiniones de quienes te rodeen.

“Después de un aborto involuntario, es importante que te permitas llorar. Sin embargo, hay otros que te dirán que no creen que haya ninguna razón para lamentarte. Algunos dirán, ‘ni siquiera conocías al niño"”, indicó la especialista.

“Lo que no se comprende es que, en muchos casos, un vínculo comienza a formarse en el momento en que una mujer descubre que está embarazada. Por lo general, hay mucha alegría y celebración con las noticias del embarazo, pero cuando se produce un aborto espontáneo, otras personas no parecen entender tu necesidad de llorar”, añadió.

Mendoza cita una investigación que señala que el 75 por ciento de las mujeres que han tenido abortos involuntarios no se sintieron apoyadas en su dolor. “Experimentar la aflicción cuando otros no la reconocen o la apoyan, se conoce como ‘aflicción marginada"”, complementa.

“Esto ayuda a explicar por qué, al enterarse de un aborto involuntario, otros a menudo dicen: ‘¿Por qué estás triste?’ O, si tienes hijos, pueden decir ‘Al menos tienes los otros niños’. Por último, frecuentemente se dice: ‘Siempre puedes tener otros hijos’. Si bien eso puede ser cierto, en el momento no estás pensando en otro niño, quieres el que llevabas”, afirma.

Por lo mismo, Mendoza llama a ser más respetuosos con quienes han sufrido la pérdida de un embarazo, pues para muchos puede implicar sentimientos muy profundos de tristeza y luto.

A continuación, la especialista enumera tres mitos sobre el aborto espontáneo que debiésemos dejar atrás.

Mito 1. El aborto espontáneo puede ocurrir si haces mucho ejercicio, tienes relaciones sexuales, levantas a tus hijos, etc.

“Este pasa a ser el mito más perjudicial de todos. Las mujeres inmediatamente asumen que fue algo de ellas o algo que hicieron lo que causó el aborto involuntario”, indicó, añadiendo que “la verdad es que alrededor del 70 por ciento de los abortos espontáneos son causados ​​por defectos cromosómicos”.

“Muchas mujeres que han tenido un aborto espontáneo siguen teniendo bebés saludables. En cualquier caso, los abortos pueden tener un profundo efecto psicológico. Además de la culpa, las mujeres suelen sentirse perdidas, engañadas y vacías. Experimentan depresión, ansiedad, ven disminuida su autoestima y, en general, se sienten como que fracasaron”, comenta.

Por eso, señala la experta, “es importante en este momento que las mujeres dejen de culparse por algo que no pudieron controlar. La curación no puede tener lugar mientras seas duro contigo misma”.

Mito 2. Las mujeres experimentan menos dolor si la pérdida fue en los primeros meses del embarazo

“Aunque esto puede ser una creencia común, la investigación no ha podido encontrar una asociación entre el dolor y la duración del embarazo. De alguna manera, la aflicción después de una pérdida temprana puede ser más difícil porque es invisible para los demás. Con los abortos involuntarios posteriores, puede haber un funeral o algún otro reconocimiento especial de la muerte. Como resultado, puede haber más apoyo externo”, explica.

En este sentido, Mendoza manifiesta que independientemente de la edad del feto, “las mujeres pueden sentir una gran angustia cuando se produce un aborto espontáneo. Hay muchas variables que pueden contribuir a esto. Por ejemplo, si una pareja ha estado intentando quedar embarazada durante mucho tiempo y luego perder al bebé en las primeras etapas del embarazo, puede ser devastador”.

Mito 3. Los abortos no afectan a los hombres

La especialista dice que “la mayoría de las personas ven el aborto involuntario como algo que afecta a la madre y no al padre. Es común que las personas pregunten cómo está la madre y no pregunten sobre el padre”, comenta.

“El dolor de los hombres puede volverse invisible y reciben incluso menos apoyo que las mujeres. Se ha establecido que existe una diferencia en las formas en que muchas parejas se afligen. Ambos compañeros pueden experimentar un dolor intenso, pero expresarlo de diferentes maneras”, añade.

Mendoza dice que las mujeres son generalmente más emocionalmente externas que los hombres, que tienden a mantenerse ocupados haciendo cosas para no pensar en lo que los aflige. “Esta diferencia también puede llevar a problemas entre la pareja en la que una parte siente que la otra está sufriendo demasiado, mientras que la otra siente que no están sufriendo lo suficiente”, indica.

“Si no recibe el apoyo de familiares y amigos, es importante comunicarse con alguien con quien pueda compartir sus sentimientos. Puede ser un terapeuta, un consejero espiritual o un grupo de apoyo. Si esas cosas no son una opción para ti, entonces considera escribir sobre tu experiencia”, recomienda Mendoza.

La experta agrega que como pareja, es importante apoyarse mutuamente y compartir sus pensamientos y sentimientos. “Ambos socios también deben pedir lo que necesitan del otro. Si es posible, tómense un tiempo para ajustar y sanar los cambios físicos y emocionales que pueden estar experimentando”.