Se acerca mayo y con ello un nuevo CyberDay, fecha en que muchos consumidores aprovechan de comprar a precio rebajado aquellos artículos que usualmente tienen valores altos, como es el caso de la cama: si estás pensando en reemplazar la tuya, quizás esta es la oportunidad.

Hay diferentes tipos de camas disponibles en el comercio, así como distintos tipos de colchones y almohadas, así que aquí te damos algunos consejos para elegir lo que más de ajuste a tus necesidades y logres un descanso nocturno reparador.

Considera todos los tamaños

Sin duda tener una cama King o Súper King, los tamaños más grandes que suelen vender en tiendas, es el sueño de muchas personas, ya que entregan amplio espacio para descansar, en especial si duermes en pareja. Pero, ¿estás seguro que necesitas un mueble tan grande?

Al igual que el resto del mobiliario, conviene ser realista y ajustarse al lugar donde vives. Si tu cama es enorme, te quedará menos espacio para el resto de tus cosas, y vivir incómodo no es la idea. Si buscas algo para dos personas, pueden resultar más prácticas las camas de 2 plazas, que miren alrededor de 150×200 centímetros, o las full, que son de unos 135×190 centímetros.

Para que compares, las camas King pueden ser de unos 180×200 centímetros, y las Súper King alcanzan hasta los 200×200 centímetros. En tanto, para uso individual, están las tradicionales de 1 plaza y de 1,5 plazas.

Mide muy bien tu habitación antes de decidirte por un modelo y no olvides tomar en consideración qué tan fácil será mover el mueble si es que a futuro te cambias de casa, ¡un detalle muy importante!

Cama con respaldo y velador, clóset
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Invierte en un buen respaldo para cama y velador

Si eres el tipo de persona que ama recostarse en su cama a leer o ver televisión, te recomendamos invertir desde el principio en un buen respaldo. Quizás lo consideres un gasto innecesario, pues sumas una suma significativa a lo que ya estás pagando, pero contar con este elemento puede ayudar a evitar dolores de espalda e incluso problemas físicos más graves. Recuerda que tu salud siempre debería estar primero.

Un velador también es algo que cada persona debería tener, o cualquier tipo de mueble pequeño o mediano que puedas poner junto a tu cama, porque te facilitará la vida: tarde o temprano, te arrepentirás de no haberlo comprado.

Estos dos productos suelen durar un largo tiempo, así que se trata de una inversión que aprovecharás.

Osito de peluche y almohada sobre colchón
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Los distintos tipos de colchón

Mantener un descanso nocturno óptimo y reparador, ayuda considerablemente al cuerpo a mejorar su rendimiento durante el día. En este sentido, una buena alternativa es invertir en un colchón de calidad y que se adecúe a los requerimientos que de cada persona.

En el mercado hay una amplia variedad, de diferentes tamaños, colores y materiales. Uno de los más comunes y comercializados son los colchones con resortes bonell, que están compuestos por un espiral de acero en su interior, elemento que da flexibilidad, firmeza y mayor comodidad al dormir.

Otra opción pueden ser los colchones de espuma, los que usualmente están fabricados con espuma viscoelástica, además de otros materiales que entregan un soporte que se adapta al contorno del cuerpo.

También existen los de látex, un material hipoalergénico que entrega mayor durabilidad al comprador y se adapta a la postura del cuerpo al dormir, gracias a su elasticidad.

Cama, sábanas y almohadas blancas
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¿Cada cuánto tiempo se deberían cambiar las almohadas?

La almohada es una de las piezas fundamentales al momento de elegir los elementos que formarán parte de tu cama. En el mercado existen diferentes tipos y diseños que se pueden elegir según el gusto y necesidades de cada persona.

Algunas opciones pueden ser las almohadas de pluma, látex o fibra. También existen cubiertas de seda para almohadas, que son más costosas, pero ideales para quienes tienen piel sensible.

Una clave para elegir la almohada adecuada para ti es fijarte en qué posición duermes: si lo haces boca arriba o de lado, necesitarán un material firme que permita mantener alineadas tu cabeza y columna. En tanto, si sueles ponerte boca abajo, es mejor que sea blanda y suave.

Es conveniente cambiar cada cierto tiempo las cabeceras. Luego de un determinado periodo, pueden arruinarse y no cumplir del todo con su función. Si bien, no hay una fecha de expiración exacta para estos productos, lo recomendable es cambiarlas cada dos años, ya sea por higiene o desgaste, o antes si aparecen manchas u hongos que no se quiten con el lavado.