Si cocinaste mucha comida, es probable que quieras guardar las sobras para el día siguiente. No obstante, es importante considerar algunas recomendaciones de conservación y almacenamiento para evitar enfermedades.

En este contexto, debes tener en cuenta que una correcta manipulación de las sobras, es clave para no desechar comida innecesariamente. Del mismo modo, evitarás ingerir preparaciones en mal estado que pueden causarte una intoxicación.

Por ese motivo, es necesario evitar algunas malas prácticas a la hora de conservar los alimentos:

1. Guardar los alimentos calientes

“El gran problema es que cuando se calienta un alimento, los microorganismos tienden multiplicarse y fabricar toxinas rápidamente, pero como al final el alimento se vuelve a enfriar, nosotros no sabemos que se ha producido ese cambio”, explicó Gabriela Brieba, experta en Calidad y Seguridad Alimentaria, indicó al portal La Vanguardia.

Según advierte la experta, una de las causas más frecuentes de intoxicaciones alimentarias, se debe “precisamente a una refrigeración incorrecta de platos cocinados”, enfatiza.

2. Dejarlos enfriar mucho tiempo

Por otra parte, es fundamental dejar enfriar un poco la comida antes de meterla en el congelador. Sin embargo, “debes evitar que pase más tiempo de lo necesario en la zona de peligro. Es decir, en un ambiente de entre 4-65 grados”, explica Lluís Riera, licenciado en Química y Ciencia y Tecnología de la Alimentación y director de la Consultoría SAIA, al diario electrónico.

De acuerdo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos, los alimentos no pueden quedar a temperatura ambiente por más de dos horas, ya que se exponen a un rango de temperatura “peligrosa” en la que florecen las bacterias.

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“En ocasiones el sabor, el olor y el aspecto es insuficiente para saber si la comida está en mal estado. Por ello es recomendable no dejarla a temperatura ambiente más de 1-2 horas, dependiendo de la época del año”, complementa.

3. Alterar la temperatura de los otros alimentos

Si por el temor a que tu comida se deteriore, la guardas en el refrigerador cuando aún está muy caliente, debes considerar que el resto de los platos guardados pueden dañarse.

Guardarlos en altas temperaturas provocará “que aumente la temperatura del resto de alimentos almacenados”, explica el tecnólogo de alimentos Miguel Ángel Lurueña.

“Basta que no quemen al tacto para meterlos en el refrigerador”, señala el experto. De lo contrario, puedes sumergir el envase en agua fría. “Así bajará la temperatura enseguida”, recomienda.

4. Cuidado con los alimentos crudos

Riera enfatiza en que debemos tener especial cuidado con los alimentos crudos, preparaciones con proteínas, huevo o líquido, donde es más fácil que los microorganismos proliferen. “En los cocidos con carnes se extienden rápidamente”, apunta.

“La combinación de proteína y líquido ‘les encanta’, así que debemos conservarlos en frío lo antes posible”, señala Riera. No obstante, si se trata de salsas con huevo crudo o tortillas de papas, directamente es mejor no guardarlo. Sobre todo en temporadas cuando las temperaturas son más altas.

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5. No utilizar recipientes adecuados

En cuanto a los recipientes que utilizarás para guardar tu comida, los expertos aconsejan preferir unos que sean herméticos y adecuados para conservarse en el refrigerador. Puedes verificar esas condiciones revisando los iconos impresos en las paredes del envase.

Asimismo, es mejor colocarlos en los compartimientos superiores del refrigerador. De esa forma evitarás que otros alimentos crudos goteen encima. “Si queremos hacerlo bien del todo, lo ideal es etiquetar los recipientes con la fecha de preparación, para así saber cuánto tiempo llevan almacenadas esas sobras”, añade Lurueña.

6. Recalentar los alimentos más de una vez

Los expertos recomiendan no esperar más de tres días en volver a consumir la comida almacenada. Sin embargo, el tiempo puede reducirse, dependiendo del tipo de elaboración y los ingredientes que contengan.

Riera enfatiza en que solo debes recalentar la comida una vez, para exponerla lo menos posible a la zona de peligro. “Su proliferación se ralentiza al refrigerar la comida, pero con el calor vuelven a activarse”, advierte el experto. Es decir, cuántas más veces repitamos esta operación, mayor será la carga de bacterias.

Por lo tanto, si piensas seguir aprovechando las sobras de comida, debes retirar del refrigerador únicamente lo que vayas a consumir y mantener en frío el resto para que no se deteriore.