Sufrir una intoxicación alimentaria es más común de lo que crees. Muchas veces, patologías como la gastroenteritis son provocadas por una mala manipulación de carnes o verduras.

Para evitar esta situación, debes procurar no cometer ciertos errores a la hora de cocinar y conservar los alimentos.

A continuación te mostramos 9 acciones que podrían provocarte una intoxicación alimentaria y cómo evitarlas:

1. Pensar que al estar en casa tienes las manos limpias

“El lavado de manos es la primera barrera en esta pandemia y también al manipular alimentos”, plantea la nutricionista Beatriz Robles, al diario electrónico Huffington Post.

Si no aplicas este paso fundamental, las otras medidas de limpieza que tomes a continuación no servirán para nada, porque estarás trabajando con las manos contaminadas. “Al fin y al cabo, vivimos rodeados de microorganismos”, plantea la especialista.

2. No lavar las ensaladas

No basta con poner las frutas y verduras debajo del chorro de agua, advierte la nutricionista, enfatizando en que ese es solo el primer paso.

“Hay que hacerlo para arrastrar toda la suciedad que podamos y luego sumergirla en una solución de agua con desinfectante, apta para uso alimentario”, explica. De este modo, debes dejarla reposar durante cinco minutos, “luego se saca, se aclara y ya estaría lista para consumir”, explica.

En cuanto a la ensalada de bolsa, debes considerar que ya viene ‘lavada’ o ‘lista para el consumo’, por lo que limpiarla sería contraproducente. Esto debido a que podría contaminarse con las superficies o incluso con tus manos. Lo que debes hacer, es echarla directamente en el plato para servirla.

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3. Descongelar los alimentos en la cocina

“Lo de sacar la comida la noche anterior y ponerla en la encimera para descongelarla, sigue siendo súper habitual”, asegura Robles. “Es una mala práctica, porque por muy fresca que tengamos la cocina, nunca estará por debajo de los 18ºC. El alimento entra en contacto con ese aire caliente y a esas temperaturas pueden desarrollarse los microorganismos”, precisa.

De este modo, la nutricionista explica que el proceso de descongelado debe realizarse siempre en el refrigerador o en el microondas.

Por otra parte, detalla que otro error sería volver a meter los alimentos en el congelador, después de haber estado dos días en el refrigerador.

“En cada etapa se da a los microorganismos la posibilidad de multiplicarse (…) La norma básica es que los alimentos cocinados congelados no deben recongelarse”, apunta.

4. Dejar enfriar la comida antes de meterla en el refrigerador

Cuando preparas un plato que quieres guardar para el día siguiente, “debes meterlo directamente en la nevera o congelador”, asegura Robles. “Como mucho puede pasar una hora a temperatura ambiente en los meses cálidos y dos horas en invierno”, precisa.

Desde el punto de vista higiénico y de seguridad alimentaria, Robles recomienda llevar la comida directamente al refrigerador, aunque alejándola de otros productos ya que “podría elevar la temperatura de los alimentos de alrededor”.

5. Lavar el pollo antes de cocinarlo

“No debemos lavar el pollo ni la carne en general”, apunta Robles. Esto debido a que el agua puede salpicar y contaminar otros productos.

“Son microsalpicaduras que no vemos y no limpiamos. Eso hace que se contaminen superficies en las que luego vamos a cocinar o en las que vamos a poner las manos que llevamos a la cara o tocamos otros alimentos”, explica sobre los riesgos de esta práctica.

En este contexto, la especialista detalla que los microorganismos de la superficie de la carne, desaparecerían al cocinarla a temperaturas superiores a 70ºC.

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6. Utilizar la misma tabla y el mismo cuchillo para todo

Si utilizas el mismo cuchillo y tabla para picar las verduras y la carne, solo conseguirás un sistema de contaminación cruzada, llevando los microorganismos del primer alimento al segundo.

“Es una mala práctica y además es especialmente peligrosa cuando manipulamos alimentos crudos sobre la tabla y luego ponemos encima un alimento que no tendrá ningún tratamiento térmico”, ejemplifica.

7. Lavar los huevos con agua y jabón

Según explica la nutricionista, los huevos deben lavarse solo con agua, y al momento de cocinarlos. Lo único que deberías hacer después de comprarlos, es meterlos en el refrigerador.

Otro error que ese comete con estos alimentos, es dejarlos lavados en el mismo recipiente donde se hará el merengue (por ejemplo), ya que se corre el riesgo de la contaminación cruzada.

Según explica Robles, el bowl tiene que estar totalmente limpio, ya que la cáscara del huevo podría estar contaminada. Del mismo modo, tampoco debes quebrarlo en el borde del recipiente. Es mejor hacerlo sobre otra superficie.