Aunque son el plato favorito de millones de personas, las papas fritas son una de las opciones comestibles que arroja más peligros para la salud humana. Así lo establece el académico Eric Rimm, profesor de nutrición de la Escuela de Salud de Harvard, en un artículo del diario The New York Times, en donde calificó a este alimento como “una bomba de almidón”.

Antes de entrar en detalles, Rimm explica que, a pesar que la papa es considerada como un vegetal, y contiene Vitamina A, está en el último eslabón en la lista de vegetales saludables y está muy lejos de tener los compuestos que tienen las verduras de hojas verdes. “Si tomas una papa, la pelas (en la cáscara hay algunos nutrientes), la cortas, fríes en aceite y le echas sal, queso, ají o salsa, conviertes la bomba de almidón en una verdadera ‘arma de destrucción”, ejemplifica.

Lo anterior se sustenta en una investigación publicada en el espacio académico The American Journal of Clinical Nutrition el año pasado, en la que se detallan los peligros asociados directamente al consumo de papas fritas. Para llevarla a cabo, los investigadores hicieron un seguimiento por ocho años a 4.400 personas entre 9 y 61 años, estudiando la frecuencia en la que consumían papas fritas.

Pixabay (CC0)
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Para el estudio, los sujetos debieron contestar con qué frecuencia consumieron papas fritas el año anterior, en un rango que iba desde “nunca” hasta “todos los días”. Según el documento, la mayoría de los participantes lo hacían dos o tres veces al mes, y un importante número lo hacía 2 ó 3 veces a la semana.

En este seguimiento de casi una década, murieron 236 participantes, de los cuales en su mayoría comían papas fritas al menos una vez por semana. “Aquellos que consumieron más de tres veces a la semana presentaron tres veces más riesgo de mortalidad que quienes lo hicieron menos de una vez al mes”, detalla el informe.

En sus conclusiones, los investigadores explican que estos índices no sólo se podrían explicar por la ingesta de papas fritas en sí (que considera también la sal y las grasas trans del aceite), sino que además una parte de las personas que tienen este hábito revelaron que tenían otras conductas poco saludables como beber alcohol, fumar cigarrillos y no hacer ejercicio. Quienes no bebían, ni fumaban y se ejercitaban semanalmente, también solían no comer muchas papas fritas, señalan.

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El autor principal del estudio, Nicola Veronese, agrega que el consumo de carnes rojas procesadas, de alimentos salados y bebidas azucaradas, también son hábitos pocos saludables adoptados por una parte importante de quienes arrojaron mayor riesgo de mortalidad, señala el periódico neoyorquino.

Respecto a los riesgos de mortalidad, se asocian a enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Por su parte, la nutricionista Lindsay Moyer, del Centro para la Ciencia en el Interés Público, subraya que el impacto del consumo de papas fritas en la salud depende mucho de la cantidad de la porción y el aceite utitizado. Ante esto, una cantidad “saludable” sería consumir no más de 12 a 15 papas fritas individuales, lo que equivale a 140 calorías.

Sin embargo, la experta llama a eliminar o reducir al mínimo el consumo de este alimento y a sustituirlo por ensaladas o papas horneadas. Moyer aprovecha de destacar que una porción habitual (y dañina) de papas fritas, considerando aderezos, sal y aceite quemado, suma cerca de 1000 calorías.

PxHere (CC0)
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El académico Eric Ramm asegura que no es necesario eliminar totalmente las papas fritas de la dieta, sin embargo, opina que “una persona saludable y conciente de su salud no se comería más de 10”.