La mitad de los adultos en nuestro país tiene algún grado de intolerancia a la lactosa, aunque lo desconocen, según cifras de Clínica Las Condes. ¿Cómo saber si eres uno de ellos? Puede que lo seas si presentas diarrea, náuseas, dolor y/o distensión abdominal tras tomar leche de vaca o productos derivados de ésta.
La lactosa es un tipo de azúcar que contiene la leche de mamíferos y que nuestro cuerpo digiere gracias a una enzima llamada lactasa. La intolerancia a ella se da cuando alguien no genera suficiente de ese compuesto y, por lo tanto, su cuerpo no puede procesarla.
Al no poder digerirla bien, uno se hincha y comienza a presentar flatulencias, explica la Red de Salud de la Pontificia Universidad Católica.
Además, puede que la condición tienda a empeorar a medida que avanzamos en edad, pues nuestro cuerpo puede comenzar a producir menos lactasa, indica la gaestroenteróloga Sylvia Alegría de la Clínica Las Condes.
Por lo mismo, añade la experta, es que “algunas personas podrán tolerar un vaso de leche, en cambio otra sólo medio vaso o ninguno, dependiendo de la magnitud del déficit de lactasa”.
Afortunadamente, para tratar la intolerancia no es necesario dejar de consumir lácteos: simplemente tenemos que preferir aquellos que no contengan lactosa.
En el comercio existe una gran oferta de productos certificados sin lactosa, los cuales pueden disfrutar todas las personas sin excepción.
Por ejemplo, una marca que los produce y que está presente en todo el país es Loncoleche. Esta empresa tiene una línea de lácteos sin lactosa desde hace 25 años.
Entre los productos de Loncoleche sin lactosa que puedes hallar en los supermecados están la leche natural y con distintos sabores, yogures, mantequilla y queso.
Al respecto, Loncoleche destaca que en estos alimentos “se degrada la lactosa a través de un proceso similar al que realiza el organismo humano, con el fin de facilitar la digestión de la leche y evitar los problemas que ésta provoca”.
No cambies tus gustos: ¿cómo tratar la intolerancia a la lactosa en el día a día?
En ese sentido, añade que la leche sin lactasa “aporta los mismos nutrientes de una leche normal”. La única diferencia es que “evita las molestias que presentan algunas personas con intolerancia en mayor o menor grado”.
Así que como ves, puedes seguir comiendo ricos lácteos y postres, pero sin tener que sufrir la molesta hinchazón.
