La fobia es el punto máximo del miedo, donde una persona en muchos casos se llega a paralizar ante el terror que le provoca. ¿Cómo se puede lidiar con ella?

La fobia es un miedo irracional, un trastorno de ansiedad que complica a las personas y que impide, en muchas ocasiones, que una persona vivir una vida normal.

Estas pueden ser variadas, desde fobia a las alturas, insectos, ciertos animales, estatuas, e incluso salir de la casa.

Pero, ¿qué lleva a que un miedo se convierta en fobia?.

Según consigna BBC News, el profesor Paul Salkovskis, experto en fobias y director del Centro Oxford de Salud Psicológica en Reino Unido, “Una de las características más importantes de las fobias no es solo que generan susto, sino que la gente trata de evitar aquello que las causa, evitan ir a sitios donde pueden aparecer (…) La evitación es el gran problema, más que el miedo, porque interfiere en la vida de las personas”.

El psicólogo añadió que la fobia se distingue del miedo cuando ya una persona intenta evitar aquello que le causa temor extremo.

En algunos casos evitarlo es simple, como por ejemplo ciertos insectos, animales o serpientes, pero otros, como las alturas o espacios pequeños, evitarlo es mucho más complejo.

Fobia y el origen del miedo

Salkovskis especificó al medio que algunas fobias, como por ejemplo hacia serpientes o arañas, comienzan a eso de los cuatro años, mientras que aquellas asociadas a fobias sociales, como la agorafobia, entre los 12 y 18 años.

El primero de los casos tendría una explicación evolutiva, además que a los cuatro años es difícil pensar que si una araña te pica no te matará, por lo que lo más probable es que esto provoque un miedo enorme. También se puede originar al ver a los padres reaccionar de manera exaltada frente a una araña. En estos casos, lo más probable es que termine por convertirse en fobia.

Una tercera forma de adquirir miedos y fobias, indica la publicación de BBC News, y es a través de la cultura. El doctor Andras Zsido, profesor asistente en la Universidad de Pécs en Hungría, también especialista en fobias, se refirió a esto y dio un ejemplo.

En Portugal hay una isla, donde sus habitantes le tienen miedo a un tipo específico de lagarto, esto por las historias populares. Estas se cuentan a los niños desde que son pequeños, algo así como el “coco” o “viejo del saco”, por lo cual crecen con miedo a este tipo de animales.

Miedo al punto de paralizar

Ekaterina Likhtik, profesora asociada en Ciencias Biológicas en el Hunter College, de la Universidad Municipal de Nueva York, indicó a BBC que los miedos pueden aparecer por varias situaciones. La sensorial es una de ellas.

“Pero también puede ser algo interno, algo que piensas y activa este circuito”, añadió al medio.

En el caso de la sensorial, la información que se percibe sigue todo un proceso de trayecto hasta llegar a la amígdala en el cerebro. Tras ser procesada, se envía al tronco encefálico y luego a la médula espinal y músculos, lo que explica que una persona intente huir, se congele o reacciones de manera violenta.

Todos conocemos ese temblor de piernas que se siente muchas veces ante algo que nos causa miedo, independiente de que acudamos a él o no.

Esto puede ser de utilidad ante un caso extremo, como escapar de una emergencia o situación de riesgo, pero en otros, como subirse a un ascensor o cruzar un puente, puede complicar.

La profesora Likhtik, explicó que en el caso de las personas que sufren de una fobia hay una sobreestimación de la “probabilidad de que algo malo suceda y esto impulsa la actividad de la amígdala”. Esto se ve potenciado por la ansiedad.

Hay diversas formas para poder lidiar con las fobias. Entre las más efectivas, se encuentra la respiración profunda, pero también la terapia cognitivo-conductual, basada principalmente en mirar alrededor y ver señales disponibles y modificar conductas.

Otra es la terapia de la extinción, que se refiere a exponerse a cosas similares a lo que produce miedo y así aprender a cómo lidiar con aquello que me aterra.

Sin embargo, la principal recomendación es acudir a un especialista para que ayude a la persona a cómo lidiar con el miedo o la fobia, para poder llevar una vida normal, dentro de lo que se pueda.