Fue el mes pasado cuando se dio a conocer el video de una feminista rusa lanzando un chorro de cloro en la entrepierna a los hombres mal sentados en el metro de San Petersburgo, Rusia.
Rápidamente la acción llevada a cabo por la joven de 20 años, llamada Anna Dovgalyuk, se viralizó a través de las redes sociales, en dónde miles de usuarios celebraron esta medida en contra de quienes ocupaban con sus piernas más espacio del que les correspondía.
“Es muy importante para mi captar la atención de la gente con este tema, para crear un punto de discusión y que se tomen medidas legales contra el “manspreading” (término que alude a la práctica de algunos hombres de sentarse con las piernas abiertas en el transporte público)”, explicó Anna en su publicación.
Sin embargo, a pesar del intenso debate que generó la secuencia en internet, el video sería fake (falso).
Así lo reporta el sitio The Verge, el que indica que uno de los hombres que aparece en el viral reconoció que todo fue actuado, y que quienes aparecen son actores pagados.
“Nos arrojaron agua encima”, escribió el joven en su cuenta de Facebook, la que posteriormente fue borrada. “Esa sensación de cuando llegas a grabar con dos pantalones de repuesto y te vas con un sueldo”, agregó en su post.
El portal ruso Paper Paper sugiere que el video fue grabado por My Duck’s Vision, un estudio que tiene conexiones con el Kremlin y que se especializa en videos virales. No obstante, desde la productora negaron estar relacionados con el material.
Por su parte, el portal EU vs Disinfo, dedicado a “desmentir y exponer mentiras difundidas por el Kremlin”, sostiene que el video muestra el activismo feminista extremo, y agrega que “logra provocar reacciones anti-femenistas extremas”.
“El video y sus reacciones además hacen eco de mensajes negativos sobre el feminismo y el movimiento MeToo”, añade el sitio.
Cabe señalar que a pesar de estas versiones surgidas recientemente, Dovgalyuk ha insistido en que el video no es falso, afirmando que simplemente enfrentó el manspreading, “un acto repugnante que se combate en todo el mundo, pero que aquí (Rusia) se calla”.
