No caben dudas que, por muchos años, las muñecas como Barbie, Bratz, Monster High, y otras que pretenden imitar la apariencia femenina, han construido estándares estereotipados sobre la belleza de la mujer, creando verdaderas caricaturas.

En un intento por cambiar la imagen que proyectan estos juguetes dirigidos, socialmente, a niñas, la artista Olga Kamenetskaya se atrevió a desmaquillar completamente a algunas muñecas y rehacer sus rostros y vestimentas, para ampliar el abanico que delimita lo que es, y no, belleza.

La ucraniana comenzó a dibujar el rostro de estas réplicas femeninas como un pasatiempo, pero luego se tomó más en serio su trabajo al observar el impacto de sus creaciones.

Olga intenta que cada ejemplar tenga “defectos” que hagan única a la muñeca, de forma que su objetivo es encontrar “la perfección en la imperfección”, con un mensaje que destaca la belleza individual que cada persona tiene y que la hace inimitable.

“No me gusta cuando la nueva cara de la muñeca es ideal y perfectamente simétrica, la deja sin vida. Siempre dejo deliberadamente algún ‘defecto’ que puede no ser notable para todos, pero le otorga carisma a la muñeca. Quizás, esta belleza defectuosa es el mensaje que llevan mis muñecas”, dijo la artista a la revista Vogue.

Es así como las muñecas de Olga tienen pecas, lunares, rubor, piercings, líneas de expresión; entre otros rasgos. En la colección de Olga también hay ejemplares masculinos. También ha recreado a celebridades como la actriz Emma Watson o la cantante africana de Die Antwoord, Yolandi.

En tanto, la diseñadora actualmente se ha empeñado en fabricar sus propias muñecas, proceso que muestra en su cuenta de Instagram, al igual que las “transformaciones” de los otros juguetes.

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