Considerado como una de las mentes más brillantes del último siglo, Stephen Hawking falleció durante la madrugada del miércoles a los 76 años.

El físico británico debió permanecer por décadas postrado en una silla de ruedas y con respirador artificial, debido a la enfermedad degenerativa de Charcot.

También conocida como esclerosis lateral amiotrófica (ELA), forma parte de un grupo de neuropatías motoras, las que provocan una degeneración física progresiva, haciendo perder a los enfermos el control de sus músculos.

En el caso de Hawking, por ejemplo, el deterioro físico hizo que en sus últimos días sólo fuera capaz de controlar un músculo de su cuerpo, el de la mejilla.

Volviendo más atrás en el tiempo, específicamente a 1985, el científico perdió la voz tras sufrir una pulmonía, la que lo obligó a ser sometido a una traqueotomía.

Stephen Hawking en los años 80 (CC) Wikimedia Commons
Stephen Hawking en los años 80 (CC) Wikimedia Commons

Esto llevó a Hawking a tener que aprender a utilizar un sistema de deletreo y cartas para comunicarse, mecanismo que sin embargo no era el óptimo por lo agotador que resultaba, tanto para él como para su entorno.

Tal como recoge un artículo del periódico español El Mundo, el aumento en la popularidad del astrofísico obligó a su círculo más cercano a pensar un nuevo mecanismo para que se expresara.

Con las gestiones de Martin King, un físico con el que anteriormente ya había trabajado, Hawking recibió de parte de una empresa llamada World Plus un computador Apple II con todos los programas necesarios para poder comunicarse.

La ventaja de este nuevo mecanismo es que le permitía elegir letras y comandos en la pantalla utilizando sólo un interruptor.

De esta manera el físico era capaz de construir frases en un software, las que posteriormente eran enviadas a un sintetizador de voz. Así podía producir 15 palabras por minuto.

Stephen Hawking | El Universal
Stephen Hawking | El Universal

Sin embargo, el deterioro físico causado por su esclerosis lateral amiotrófica lo obligó a cambiar este método. En 2005 quedó imposibilitado de seguir utilizando su mano, por lo que el interruptor ya no servía.

Fue así como uno de sus asistentes desarrolló un sistema conectado con sus lentes, el que estaba basado en el movimiento de su mejilla, único músculo que podía controlar.

Un rayo infrarrojo de baja frecuencia reconocía los movimientos de la mejilla, aunque el gran “contra” es que funcionaba mucho más lento que el anterior sistema.

Finalmente, investigadores de Intel crearon un mecanismo más sofisticado que identificaba no sólo el movimiento de su mejilla sino que también el de otras expresiones faciales más complejas.

Dado los avances en la predicción de texto del sistema SwifKey, Hawking podía escribir de un modo parecido a como se teclea en un teclado virtual de teléfono celular.

Captura | Youtube
Captura | Youtube

De hecho, el programa poseía un algoritmo basado en el vocabulario de los libros y ensayos del científico, lo que le facilitaba la tarea de teclear: luego de pulsar los dos primeros caracteres, aparecía la palabra completa.

“Desde 1997, tengo una computadora instalada en el brazo de mi silla de ruedas”, señala un artículo publicado por Hawking en su sitio oficial.

Esta tecnología fue diseñada especialmente para él, mediante la cual el físico podía navegar en internet a través de Firefox, escribir sus notas y ensayos en Notepad o hablar en videollamadas con sus amigos por Skype.

“Aunque (otras tecnologías) funcionan bien para otra gente, sigo encontrando más fácil usar mi mejilla”, sostuvo hace algún tiempo.

Y aunque la tecnología que le daba voz avanzó enormemente en los últimos años, Hawking optó por mantener su voz original de 1986, ya que -tal como él mismo afirmó en alguna oportunidad- no había escuchado otra que le gustara más.

Niklas Halle'n | Agence France-Presse
Niklas Halle’n | Agence France-Presse