Para muchos, comer pizza es uno de los más grandes placeres de la vida. Tranquilos, nadie los culpa.
Está dentro de los pocos productos que se consumen en todo el mundo, aunque también es de los más “odiados” por los nutricionistas, quienes se encargan de cuidar la alimentación de sus pacientes.
Y es que claro, el problema radica en que el contenido calórico de las pizzas es muy elevado. Por ejemplo, una de éstas repleta de champiñones, en total, posee cerca de dos mil calorías. Es decir, al comer sólo un trozo ingerimos aproximádamente 250 calorías.
No obstante, el chef Pasquale Cozzolino, autor del libro La dieta de la pizza, aseguró que perdió 45 kilógramos comiendo su plato favorito y ofreció al portal digital La Vanguardia seis secretos que podrían ayudarte a no engordar cuando comes pizza.
Pero pon ojo, pues no se trata de una dieta basada sólo en este producto, sino que enseña a reducir carbohidratos, grasas y calorías para degustar sin culpa.
1. Pide masa fina
El cocinero aseguró que “el secreto está en la masa” y que el dicho no es sólo un slogan, pues la mayoría de los males de este alimento se encuentran en esa corteza que es abundante en calorías y baja en nutrientes.
Por eso, aseguró que hay que fijarse bien en lo que se compra y escoger aquellas masas que sean más delgadas.
2. No más pizzas individuales
Últimamente hemos visto que aparecieron tres tamaños de pizza: familiar, mediana e individual. El problema es esta última.
En las pizzas personales hay más calorías. Por ejemplo, un plato de estos para una persona, podría llegar a contener 560 calorías (como comerse más dos trozos de la de champiñón).
Por esto, los especialistas sugieren que es preferible elegir sólo una porción (de la pizza grande) para lograr tener control sobre la alimentación.
3. Evita los embutidos
Ponerle 100 gramos de chorizo a tu pizza produce que aumente en 500 calorías y, con otros embutidos, sucede básicamente lo mismo.
Y es que los clásicos como el pepperoni, las salchichas y el tocino están llenos de sal y grasas saturadas que pueden afectar fuertemente la salud y el estado físico.
En cambio, es recomendable incluir pollo a la plancha o anchoas, una importante fuente de grasas saludables.
4. Ponle verduras
Pimiento, brócoli, o lo que tengas en la casa que sea rico en nutrientes y proteínas. Con esto sería posible disminuir considerablemente el índice glucémico de la pizza.
Es decir, disminuye la rapidez con la que un alimento puede elevar el nivel de azúcar (glucosa) en la sangre.
De esta forma, si una pizza tiene un índice de 80%, con los vegetales podría disminuir hasta a un 49%.
5. Cuidado con el queso y el aceite
“¿Desea extraqueso?”. Esa es la clásica pregunta del vendedor cuando estás a punto de cerrar el trato. Tu respuesta debería ser no.
Pero aceptar es una tentación fácil. No obstante, reducir a la mitad el queso en la pizza produce que disminuya en un 50% la cantidad de grasas saturadas que contiene.
Por otro lado, si ves que sobre los ingredientes hay pozas de aceite, es mejor que las quites con una servilleta. De esta forma podrías ahorrar unas 50 calorías.
6. Usa condimentos picantes
Hace un año te contábamos que el ají tiene varias propiedades beneficiosas para el cuerpo, entre esas, ayudaría a adelgazar.
Lo cierto es que, de todas formas, el condimento ayuda a saciarse antes y dejar de comer. Por lo que no sería malo complementar tu pizza con pimienta negra o un poco de merkén.
Otros de los ingredientes a los que puedes optar son la mostaza, el wasabi, el ajo y la cebolla. Aunque tranquilo, no te pases.