Los niños se golpean todo el tiempo, sin embargo, muchos padres no saben distinguir cuándo se trata de una lesión leve o seria, ya que no siempre presencian el accidente. Por este motivo, el neurólogo infantil de Convenio Escolar de Clínica Santa María, Dr. Felipe Giacaman explica a qué signos debemos poner atención.

Los golpes en los niños son situaciones con que los padres deben lidiar frecuentemente. Éstos pueden ocurrir en la casa y en muchas ocasiones también en las salas y patios de los colegios.

Algunos requieren atención inmediata y los signos son visibles. Sin embargo, los golpes en la cabeza no necesariamente dejan marcas y evaluar su gravedad puede ser más complejo si es que los profesores o adultos alrededor no han sido testigos del accidente.

“La gravedad va a depender de la edad, síntomas que presente el menor, material con el que se golpeó, altura desde la que cayó o la energía del trauma, porque es distinto caerse de 2 metros que estando de pie”, explica el neurólogo infantil.

El especialista explica el criterio general que debiera advertir cuando un golpe en la cabeza de un niño es de cuidado: “En general, podemos decir que antes de cumplir el año de edad, una caída de altura, un golpe producto de un accidente de tránsito o con un objeto contundente –sobre todo si hay algún síntoma posterior a un trauma craneal– siempre debe ser evaluado en un servicio de urgencia”, indica.

Con respecto a los síntomas que puede presentar un niño que se ha pegado en la cabeza, éstos son variados, pero como señala el Dr. Giacaman, hay algunos que pueden ser particularmente preocupantes.

“Un niño debe necesariamente ser asistido por un especialista de urgencia cuando presenta pérdida de conciencia, convulsiones, vómitos –especialmente si estos se presentan después de un rato–, si no recuerda lo que ocurrió –amnesia–, alteración de la marcha, parálisis, mareos, dolor de cabeza intenso, irritabilidad si es pequeño y lentitud y confusión después del golpe si es más grande”, explica.

Además agrega: “Es importante señalar que un golpe con consecuencias –como sangramiento cerebral o fractura de cráneo– puede no presentar síntomas inmediatos, por ello, es importante que los casos mencionados sea evaluados”.

Como advierte el Dr. Giacaman, un golpe en la cabeza en un niño puede llegar a producir graves consecuencias como epilepsia, daño motor y discapacidad intelectual, entre otras secuelas. Sin embargo, asegura que éstas podrían prevenirse.

“Muchas de estas complicaciones pueden evitarse con una consulta precoz en un servicio de urgencia, que brinde al menor un diagnóstico y tratamiento oportuno”, afirma el neurólogo infantil.

Finalmente, los conocidos “chichones”, característicos tras este tipo de golpe, no son necesariamente en sí mismos motivo de preocupación. “Un chichón es un acumulo de sangre bajo el cuero cabelludo, ocurre frecuentemente y por lo general no es preocupante. Sólo si éste es demasiado grande o producto de un golpe muy fuerte debiera ser motivo de consulta para descartar alguna complicación”, aclara el neurólogo de Clínica Santa María.

Recomendaciones tras un golpe

El Dr. Felipe Giacaman entrega algunos consejos cuando se ha presenciado que un niño se ha golpeado severamente la cabeza o se teme que lo haya sufrido:

* Si hay sospecha de golpe o lesión en la columna cervical (por ejemplo, al caer de cabeza), el niño debe permanecer en el suelo hasta que concurra una ambulancia para proceder a inmovilizarlo y trasladarlo a un servicio de urgencia. Si es tan solo una caída jugando, es decir, un golpe menor, esta medida no se justificaría.

* Aplicar hielo en la zona afectada es aconsejable sólo inmediatamente después del golpe, con el objeto de evitar un chichón o aminorar la magnitud de éste. El hielo no ayuda a evitar alguna posible complicación neurológica.

* Observar al menor las horas posteriores al golpe y, ante la menor sospecha de complicación, trasladarlo para que sea evaluado.