En muchos artículos periodísticos se ha revelado información respecto a los lugares impenetrables que existen en el mundo, en los cuales se guarda información muy valiosa a la que sólo tienen acceso sus funcionarios. Entre esos están el Área 51, los Archivos secretos del Vaticano o la Isla de las Serpientes; aunque estas semanas ha cobrado relevancia otro sector altamente secreto: la Bóveda del Fin del Mundo de Svalbard.

Puede parecer un nombre siniestro, pero quienes la construyeron en Noruega hace 12 años tenían fríamente pensado su objetivo de almacenar muestras de semillas de todo el planeta, para preservar la agricultura en caso de una catástrofe.

Según detalló el diario español La Vanguardia, aquel lugar contiene un millón de muestras de semillas de todos los países, por lo que se estima que habría 10.000 años de historia agrícola.

Su nombre original es Svalbard Globale Frøhvelv y su construcción fue llevada a cabo durante 2008 por el gobierno noruego, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico, para preservar la actividad temiendo catástrofes globales.

El lugar elegido fue el archipiélago noruego de las Svalbard, una zona que presenta temperaturas bajo cero la mayor parte del año y, en verano, no superan los 5 grados celsius durante el día.

La construcción se originó en una montaña a 130 metros de profundidad, entre medio de piedra arenisca. La idea era que se salvara en caso de actividad volcánica, terremotos, radiación solar y no quedara cubierta por agua de mar, aunque se derritieran los polos.

Allí dentro, informan, las semillas se mantienen a una temperatura de -18 grados celsius y existen severas medidas de resguardo.

Se estima que la inversión del gobierno de noruega, hace 12 años, fue de 10 millones de dólares, aunque en los últimos años se gastaron cerca de 10 millones de euros en mejoras y manutención de las instalaciones.

Hay que señalar que, si bien sus diseñadores han expuesto que la bóveda fue creada para tener vida eterna, en los últimos años ha estado expuesta a peligros debido al cambio climático.

Sin ir más lejos, en 2017 el diario inglés The Guardian señaló que en el lugar se produjo una inundación producto del deshielo del permafrost (capa de hielo subterránea de los polos) de su alrededor.

Interior de la bóveda | The Guardian
Interior de la bóveda | The Guardian

En ese momento el agua ingresó al interior del túnel central de la guarida, aunque por fortuna no llegó a las semillas para dañarlas.

Por otro lado, las últimas adquisiciones de la bóveda, informadas en enero de 2018, indicaban que habían ingresado trigo original de la Universidad de Haifa en Israel, papas de Perú y todo tipo de cultivos de Marruecos, Mongolia y Nueva Zelanda.

Cabe señalar que, de acuerdo al detalle del medio español, las estimaciones para los cultivos dentro de las próximas dos décadas no son alentadoras, indicándose que en el mundo caerán un 33%.

Esto se vería afectado por el aumento de las temperaturas, pandemias, mayores niveles de salinidad en los suelos, plagas y extrema radiación solar.