Restos de sangre y semen en el chal de una de las víctimas serían claves para la identificación de Jack el Destripador, uno de los asesinos seriales más afamados de la historia inglesa.

Investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool llegaron a la conclusión de que el “serial killer” sería en realidad un barbero polaco llamado Aaron Kosminski. Los restos que habrían permitido su identificación fueron extraídos del cuerpo de Catherine Eddowes, su cuarta víctima.

Los resultados de la investigación fueron explicados en la revista científica The Journal of Forensic Sciences. El trabajo partió por la donación del pañuelo de Eddowes, el cual pertenece actualmente a Russell Edwards.

 Aaron Kosminski | Retrato de la policía
Aaron Kosminski | Retrato de la policía

“Por primera vez describimos a un nivel sistemático y molecular la única evidencia física vinculada a los asesinatos de Jack el Destripador que ha sobrevivido hasta nuestros días”, indicaron en el informe.

A eso agregaron: “Haber logrado emparejar las dos piezas de evidencia sirve para reforzar la probabilidad estadística de la identificación (del asesino) y al mismo tiempo la autenticidad del chal”.

De acuerdo a los archivos de Scotland Yard del siglo XIX, Aaron Kosminski fue uno de los primeros sospechosos para la policía londinense, ya que mantenía un comportamiento calificado como “misógino y abusador”.

No obstante, las autoridades nunca pudieron encontrar evidencia clara que sustentara sus sospechas sobre el polaco. En ese entonces ocurrieron los asesinatos de Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly; todas ellas habían sido torturadas de una manera similar.

Retrato del hallazgo de Catherine Eddowes
Retrato del hallazgo de Catherine Eddowes

Con el tiempo, la lista de sospechosos sobre la figura de Jack el Destripador se agrandó a nombres como Montague Druitt, Severin Klosowski, Walter Sickert, Francis Craig, Carl Feigenbaum y Francis Tumblety; aunque nunca hubo pruebas concluyentes.

Respecto a Kosminski, el diario español El Mundo sostiene que él huyó de Polonia hacia el año 1882, huyendo de la persecución de judíos en el mencionado país.

Llegado a Londres se afincó en el barrio de Whitechapel, el cual era uno de los más pobres de la capital inglesa y abundaba la prostitución, situaciones lo descolocaron.

Fue considerado por la policía como “un probable esquizofrénico paranoico, con alucinaciones auditivas y propenso a la masturbación”. Su muerte se produjo a los 53 años, en un centro psiquiátrico londinense.

Controversia

Si bien los hallazgos establecidos en Liverpool pueden parecer concluyentes, existen personas que le quitan credibilidad al hecho, indicando que se trataría de una estrategia publicitaria de Russell Edwards, dueño de la supuesto chal estudiado.

Según indica el medio Gizmodo, en 2014 Edwards había realizado una aseveración similar apoyado por la universidad John Moores, pero esta no fue abalada por no estar en una revista científica.

Por otra parte, se señala que el coleccionista estaría pronto a publicar su libro llamado Naming Jack The Ripper, por lo que necesaria un golpe publicitario para promover su venta.

Asimismo, se sugiere que no existen pruebas concretas para asegurar que el chal estudiado realmente perteneciera a Catherine Eddowes, ya que fue adjudicado al coleccionista recién en 2007.

Por lo pronto, lo único concreto respecto a esta investigación es que fue publicada por el Journal of Forensic Sciences, lo que le daría un poco más de valor.