Chris y Sam Gould eran tan unidas que le hacían honor a la creencia de que los gemelos sienten todo lo que le sucede al otro.

Chris, integrante de una banda de metal en Reino Unido, tenía en sus redes sociales todo lo relacionado con esta agrupación, pero también dejó constancia de la unidad con su gemela, además de una trágica historia que pronto sería conocida.

Ambas comenzaron con trastornos psíquiatricos a la edad de 14 años y, en 2016, hablaron por primera vez de su origen: un abuso sexual prolongado desde 2007, según publicó Mirror.

“Chris, en particular, estaba experimentando dificultades para comer, autolesionarse y tener pensamientos suicidas”, aseguró la madre de ambas, identificada como Jane Cannon, en la audiencia que indaga en la actualidad lo ocurrido con las hermanas Gould.

La joven no habló más durante los meses posteriores a su denuncia. Su hermana, Sam, era su único alivio.

Romper el silencio y denunciar, se supone que sería un tanto liberador. No lo fue. El sistema británico, tras una investigación policial, no encontró indicios de que su presunto violador fuera culpable de lo que ambas jóvenes revelaron.

Lo que vino después, fue la debacle de una familia.

@emo_equine / Twitter

Sam decidió poner fin al sufrimiento

Corría septiembre de 2018. Sam Gould tomó una drástica decisión: se quitó la vida.

Habían transcurrido dos años desde que su gemela Chris la llevó a denunciar lo ocurrido, como una sola.

Sin embargo, Sam, con 16 años, estuvo luchando con un trastorno límite de la personalidad que estaba “relacionado con acusaciones de abuso sexual prolongado en su primera infancia”, según el diagnóstico clínico.

La gemela de Chris, murió 3 meses antes de saberse que la denuncia contra su presunto abusador sería desestimada.

En diciembre (2018) la familia Gould, devastada por la pérdida de Sam, sumó sufrimiento a su historia al conocer la decisión, pero sin imaginar que la pesadilla se prolongaría.

“Pueden imaginar que en ese momento toda la familia había estado en ascuas, preguntándose qué pasaría con la investigación policial, esperando y persiguiendo noticias, solo para luego descubrirlo”, declaró la madre de las gemelas.

Chris perdía a su gemela y la posibilidad de que hicieran justicia en su caso. Los padres de ambas perderían más en un futuro inmediato.

Chris se sintió “invalidada” y siguió a su hermana

Jane Cannon e Ian Gould, padres de las gemelas Sam y Chris, han relatado a distintos medios británicos la agonía de perderlo todo en cuestión de meses.

Según la madre de las gemelas, luego de que Sam se quitó la vida, a Chris le resultó “increíblemente difícil” seguir en la misma casa donde compartieron alegrías y la pena que las marcó de forma conjunta desde que fueron abusadas, según su acusación.

La salud mental de Chris fue empeorando con el paso de los meses, al punto de ser recluida en una clínica especializada en el tema, no sin antes emitir graves alertas de su deterioro psicológico.

El primer intento de suicidio de la joven (por medio de sobredosis de medicamentos) tuvo lugar en mayo de 2016, un mes antes de que las gemelas revelaran los abusos durante su primera infancia.

Meses después, trascendió que esta planeaba quitarse la vida en el colegio. Entonces, fue remitida al Centro Darwin, donde permaneció como una paciente “flexible”.

@emo_equine / Twitter

El día en que Chris Gould puso fin a su vida, pidió salir al patio de la clínica para fumar un cigarrillo, algo que no está permitido en los centros de salud mental del sistema público británico. 20 minutos después, se emprendió la búsqueda de la joven.

“No tenía absolutamente ninguna preocupación por ella ese día, así que no le comuniqué nada al personal sobre ella. (Más tarde) La enfermera a cargo me preguntó si había tenido noticias de Chris y si podía contactar a su novio para preguntarle si ella se había puesto en contacto con él. Salí de esa primera llamada pensando que estaba con su novio, y esperando que él dijera, ‘no te preocupes, ella está conmigo"”.

No fue así. Su pareja llegó al lugar para tratar de ubicarla. Dos horas después, fue quien encontró el cuerpo de Chris, cerca de las vías del tren en Cherry Hinton, ciudad de Cambridgeshire. Era enero de 2019. Cuatro meses después de la muerte de su gemela Sam.

La madre de Chris declaró posteriormente que ese era un sitio recurrentemente escrito en el diario de su hija.

“Esta fue una situación extremadamente trágica en la que Chris había decidido quitarse la vida e irse y estar con su hermana gemela. Como entendería cualquiera que tenga un hermano, eran los mejores amigos y los peores enemigos, a menudo al mismo tiempo”.

Según Jane Cannon, al igual que Sam, Chris se sintió “invalidada y sin credibilidad”, luego de la denuncia.

La historia continúa, al menos para estos padres, ya que la justicia británica ha decidido indagar a fondo el caso de las hermanas Gould.

Jane e Ian, conservan la esperanza de un resultado judicial que no devolverá a sus hijas, pero que al menos otorgue un poco de paz sobre un presunto depredador sexual cuyo nombre no ha sido revelado, ya que la etapa de pruebas policiales no dio paso a una de tipo judicial.

“Eran ferozmente leales la una a la otra. Eran los más grandes apoyos la una a la otra cuando alguna de las dos estaba angustiada. Podían apoyarse mutuamente de una manera que nadie más podía”.

Lo hicieron, al punto de darle continuidad a una audiencia que se extiende por estos días en Reino Unido, para encontrar una respuesta a las interrogantes en torno al pacto de las hermanas Gould.