El niño tomó el arma calibre 22 y le asestó un tiro a su padre, quien era el dueño de esta. Sabía dónde encontrarla y en qué momento actuar.

Un niño tomó una decisión que ni siquiera alcanzó a comprender. Lo único que le dijo a su madre, en son de promesa, fue la frase: “Éste no te pega más”.

Se trata de una nueva historia en el seno de un hogar donde, en lugar de reinar la alegría y la buena convivencia, lo hacía la violencia intrafamiliar, esa que marca al núcleo de las sociedades y, más aún, a los hijos.

El protagonista de este nuevo suceso, ocurrido en la vecina Argentina, lleva en su pequeña espalda el enorme peso de defender a su madre, yendo en contra de su progenitor, un agresor consuetudinario.

Ahora, una sociedad entera lamenta que una vida inocente fuera marcada con semejante suceso.

La cena no preparada que desató a un violento

En la localidad bonaerense de Morón, una familia vivía puertas adentro el fin de una jornada aparentemente tranquila. Sin embargo, el enojo de un hombre, luego de finalizada su jornada laboral, lo cambiaría todo.

Daniel G., de 65 años, pidió la cena a su esposa el pasado 08 de noviembre, pero ésta no la tenía lista, por lo que el sujeto le propinó una fuerte bofetada frente a sus dos hijos. Con el golpe, y la nueva humillación, la mujer optó por irse a acostar.

Si a una madre la marcaban los golpes de su pareja, la vida marcaría a uno de sus hijos, de tan sólo 12 años y a su hermano, dos años mayor, con Síndrome de Down.

El preadolescente se cansó de las escenas en las que su madre debía soportar golpes e insultos del sexagenario y, aparentemente, cuando todo se quedó en calma, estaba por venir la tormenta de una decisión.

La noticia fue difundida por la cadena TN, revelando detalles del suceso que dio de qué hablar a nivel nacional, dadas sus características.

Barrio en Morón, Buenos Aires, donde ocurrió la tragedia
Clarín

“Éste no te pega más”: el suceso que marcó a un pequeño niño

Un disparo resonó en todo un barrio y, cuando se supo la noticia, en todo un país testigo del desenlace de una noche de violencia intrafamiliar.

Un niño de 12 años espero a que el agresor de su madre se durmiera, pero no se sabe exactamente cuándo había planeado acabar de una vez por todas con las agresiones.

La mujer despertó con una estremecedora escena: su hijo menor sostenía el arma calibre 22. Estaba apuntando hacia su progenitor, quien estaba profundamente dormido.

“Éste no te pega más”, le aseguró el pequeño y, ante la impotencia y el terror de la mujer, le disparó al sujeto, cambiando su vida para siempre.

Entre la detonación, los gritos desesperados de la madre y un barrio, despertado con el gran estruendo, los vecinos llamaron a la policía. Cuando los uniformados llegaron, se encontraron con la trágica escena.

Daniel G., estaba tendido en un charco de sangre, al lado donde solía dormir, tras sus arranques violentos con su esposa, una mujer de origen paraguayo, pero asentada desde hace décadas en Argentina.

La conmoción no le permitió hablar. Un vecino lo hizo por ella y por sus hijos, relatando que el sujeto murió luego que el preadolescente “le disparó en la cabeza”.

El hombre aún tenía signos vitales cuando llegó la ambulancia. No obstante, horas después, murió debido a la gravedad del único impacto de bala que recibió de su hijo. Los vecinos hablaron de lo irónico que fue morir por la misma arma que el sujeto solía exhibir y con la que acostumbraba a amedrentar a quien se metiera con él.

Cuando el chico decidió tomarla, sabía exactamente a dónde estaba, acabando con el maltrato a su madre, pero marcando su vida para siempre.

El niño de 12 años tomó el arma calibre 22 y mató a su padre quien era el dueño de esta
Policía de Buenos Aires

¿Qué pasará con el niño que disparó a su padre?

Desde el suceso, las autoridades han recabado información del núcleo familiar que se vio involucrado en la tragedia.

Los vecinos le dijeron a policías y fiscales en el lugar, que hacía una semana, tuvieron que llamar al 911, debido a un incidente en ese mismo hogar. Daniel estaba maltratando a su mujer, nuevamente. Nunca imaginó lo que ocurriría algunos días después.

En cuanto al niño, las autoridades recabaron antecedentes de su conducta. Los lugareños lo describieron como alguien “muy tranquilo”, asegurando además que él y su hermano de 14 años, con síndrome de Down, prácticamente “vivían recluidos”.

Por la edad del menor, no puede ser imputado por causarle la muerte a su padre, según confirmó la fiscalía local. No obstante, debido a las características del suceso, aseguraron que pondrán a disposición a un grupo especial de psicólogos para él y su familia.

El niño de 12 años es inimputable por lo que recibe apoyo psicológico junto a su familia
Gràffica / foto de archivo

No es la primera vez que un niño en Argentina decide defender a su madre de esa forma. En La Pampa, en 2018, un infante de tan solo 10 años mató de varias cuchilladas a su padre, un hombre discapacitado, debido a las constantes golpizas que su madre soportaba a manos de éste, quien había perdido las piernas en un grave accidente durante su niñez.

La historia se repite 5 años después en una distinta localidad de la nación trasandina, pero con el común denominador de la violencia intrafamiliar, marcando vidas inocentes.