Un anhelo compartido con su madre, en favor de su hermano con discapacidad cognitiva, la llevó a cruzar y serle arrebatada de sus brazos.

La niña guatemalteca de 5 años ahogada en el Río Bravo, tenía a tan corta existencia motivos enormes para cruzar hacia EUA de forma ilegal. Nunca se imaginó que el inclemente caudal le pondría fin a su vida, la cual se enfocaba en un anhelo de ayuda a otro indefenso ser, como ella.

La tragedia tiene un nombre: Margareth Sofía, quien un día de agosto pasado, partió de la mano de su madre a perseguir un sueño, hasta que la fuerza del agua se la arrebató.

En la pequeña aldea de donde procedía la niña ahora hay luto. Se sumó a las carencias de la endeble choza, cuyos habitantes se quedaron esperando ver la prosperidad con las remesas que enviara la mujer que, además de ser hermana, madre y tía, era la esperanza.

En un futuro, la niña también lo haría. Eso planeaba la infante en su frágil imaginación. Su madre no encuentra el consuelo.

A más de 3.000 kilómetros de la tragedia, el hermano de la víctima no comprende por qué todos están tristes en casa. Su condición no se lo permite. No obstante, la niña con la que jugaba siempre pensó en él y en sus necesidades, las cuales estaban en la tierra prometida. Nada salió bien. Hoy, falta Margareth Sofía.

Equipos de rescate en EEUU ubicaron el cuerpo de la niña guatemalteca de 5 años que se ahogó en el Río Bravo.
N+ / Guatemala

Los motivos de una niña guatemalteca de 5 años para migrar ilegalmente

Sollozos, un pequeño altar y las muñecas de una pequeña soñadora. Eso es lo que mostró el canal guatemalteco Nmás, desde que se supo la tragedia que se llevó a una inocente.

En la vivienda de la niña guatemalteca de 5 años, ubicada en la aldea Chamagua, Esquipulas, también sobresale la precariedad de una vida que creyeron cambiar con la migración de dos integrantes de la familia.

La tía de Margareth Sofía habló de lo ocurrido a la niña. Con la tristeza desbordando su mirada, revivió ese día en que el celular sonó con noticias del sueño americano vuelto pesadilla.

Heidy García reveló que la pobreza demandaba medidas extremas, pero más la enfermedad de Aaron, el primogénito de su hermana, quien nació con una discapacidad cognitiva y requería de un costoso tratamiento para salir adelante.

“Ella dijo que se iba porque sus hijos la necesitaban, pues, y más el niño que necesita operaciones porque es especial. Entonces, ella dijo que se iba para darle lo mejor a su hijo”.

Pero era un anhelo en el que esta madre no estaba sola. Con sólo media década de vida, su hija lo introyectó para después apoyar a su madre a favor de a quien ella llamaba “mi hermanito especial”.

“Ella era una niña alegre, con muchos sueños. Decía que cuando fuera grande ella iba a sacar a delante a su hermanito. Que ella iba a ser alguien en la vida porque ella sabía que su hermanito era especial, que ella iba a crecer y que iba a trabajar para sacar adelante a su hermanito”.

Tía de la niña guatemalteca de 5 años, que se ahogó en el Río Bravo, de luto por su pérdida.
La Red1061 / Guatemala

Cuando el Río Bravo acabó con los sueños de Margareth Sofía

El pasado 24 de agosto, el periódico El País difundía la trágica noticia que involucraba a una infante y al temido Río Bravo, incluso, desde la perspectiva del más experimentado adulto.

Margareth Sofía, sosteniéndose de su madre, se lanzó a las turbulentas aguas del caudal, ubicado entre Ciudad Juárez, México y la frontera sur de EUA.

No sólo la delincuencia, el crimen organizado y más, acechan a los migrantes ilegales. Resulta que con las lluvias del último mes, el río se volvió más fiero de lo que su nombre ostenta. Eso fue el principio del fin de la niña guatemalteca de 5 años.

Una de las corrientes enormes, de las que la CBP advierte recurrentemente a los inmigrantes, le arrebató la niña a su madre, sin que esta pudiera hacer algo por recuperarla.

Horas después, las autoridades fronterizas sacaron el pequeño cuerpo de las profundas aguas. Ahí, donde el pasado mes de junio, unos venezolanos le confirmaron a BioBioChile, de visita en Laredo, que el Río Bravo por poco se los llevó con todo y niños. Afortunadamente, vivieron para contarlo, más no para repetirlo. “No lo volvería a hacer”, nos recalcó Luz Miriam Velarde.

Del otro lado de la tragedia, la tía de Margareth Sofía, sabe que su hermana no corrió con suerte, al perder a la niña. Aún resuenan las dos llamadas que la enteraron de todo.

“Sólo dijo que ya la iban a entregar a Migración (en la primera llamada). Eso fue lo único que recordamos y ya, horas más tarde, recibimos la mala noticia de que la niña se había ahogado”.

La hija de Heidy, prima de la pequeña víctima, prefiere recordarla como la niña con la que jugó en la aldea.

“Jugamos escondite, lleva y pelota”, dijo Julia Filomena García. A su lado aparece Aaron, halándola mientras habla, desconociendo lo sucedido a su hermanita menor.

Marageth Sofía y Aaron, a quien soñaba con ayudarle por su discapacidad cognitiva desde EEUU.
Univisión

Las mortales estadísticas en la Frontera Sur con EEUU

Ya lo advertía a las cámaras de BioBioChile el jefe de la Patrulla Fronteriza de Laredo, Greg Burwell.

Nos hablaba de las cámaras para detectar migrantes ilegales en peligro, a la hora de cruzar el Río Bravo. Lamentablemente, la tecnología infrarroja, de largo alcance (13 kilómetros de distancia), esta vez no estuvo a favor de la niña guatemalteca de 5 años, Margareth Sofía.

“Y lo que debe de asustarles a ustedes, no es el hecho de que haya habido 51 muertos. El problema es que sólo hemos encontrado 51 muertos (hasta junio pasado). El sector abarca 135 millas de frontera. Imagínense lo que no estamos viendo. No podemos ver todo el río, no tenemos acceso a todos los ranchos privados y poder ver todo lo que está cruzando”, advertía el jefe patrullero.

A un trimestre de esas declaraciones, las estadísticas fatales aumentaron en la Frontera Sur de EEUU y México.

CNN publicó recientemente que a lo largo de 12 condados del sur texano, las autopsias a inmigrantes crecieron, perfilando el 2022 como uno de los años más mortíferos en cuanto a muertes de ilegales intentando cruzar la frontera. 196 procedimientos, para ser exactos.

“Estoy viendo un aumento extremo en el número de muertes al cruzar la frontera en comparación con otros años”, dijo la Dra. Corrine Stern, médico forense del condado de Webb. “Este es el año más ocupado de mi carrera”, reveló la Dra. Stern.

En esas cifras se contaba la muerte de un niño de tan sólo 3 años, cuyo cuerpo fue rescatado, en mayo pasado, de las aguas del temido río. El de Laredo es uno de los 12 condados con las estadísticas más grandes de decesos. Es ahí donde aparentemente descansa el Río Bravo. Pero, de un momento a otro, despierta fiero.

A la estadística debe agregarse la pérdida de Margareth Sofía, dos años mayor que la otra inocente víctima de un afluente que no tiene piedad, como la pobreza y los padecimientos que obligan a los migrantes a lanzarse en busca de conquistar un sueño que, en segundos, se vuelve pesadilla y luto.

Un niño de tres años se ahogó en mayo pasado cuando, con sus padres, cruzaba el Río Bravo.
La Nueva Radio / Nicaragua