La reciente sanción a una jueza argentina, por intimar con un condenado a prisión perpetua, volvió a la palestra un caso que, según otra magistrada que aplicó un sumario a su compañera, “puso en jaque” su independencia. La historia es ahora distinta para la mujer que sumó besos y restó méritos a su función.

En enero pasado, cuando se difundió la imagen de una jueza argentina besando a un reo, no se conocían los detalles de ese idilio y sus consecuencias.

La imagen que salió a la luz, los mostró de tal forma que olvidaron, tanto el escenario, como los papeles que cumplen en la sociedad donde-literalmente-son juez y parte.

Se trata de la jueza Mariel Suárez, quien ingresó en diciembre del año 2021, en dos ocasiones, al Instituto Penitenciario Provincial de la ciudad de Trelew. Visitó a Cristian “Mai” Bustos, para entrevistarlo en el marco de la redacción de un libro. Al menos, eso fue lo que dijo.

La funcionaria judicial reportó, el 29 de ese mes, que estaba enferma. Incluso, no presidió una audiencia importante en Chubut (provincia de la Patagonia argentina).

Convaleciendo de amor estaba, al parecer, ya que al siguiente día cumplió una visita más al centro penal, poniendo de nuevo como excusa la importancia de encontrarse con el reo por motivos editoriales.

El segundo día de la que no fue registrada como una visita íntima (a pesar de que se lo sugirieron), tomó apuntes, a fin de escribir las líneas para una futura publicación. Las cámaras en el lugar, no obstante, le dieron un giro a la historia que no tardó en ser publicada antes que el supuesto libro de la jueza.

La magistrada apareció en las grabaciones, sentada junto a Bustos y debajo de un escritorio. Trataron así de evadir la video vigilancia, pero los guardias del recinto lo supieron casi todo desde entonces.

Reportaron que la vieron entrar con alimentos, entre estos un postre que llevaba para “Mai”, el hombre que años atrás se refugió en un territorio vecino, donde sería apresado para dar cuentas por un sonado crimen.

Medios como Diario Jornada informaron que-irónicamente- la jueza Mariel Suarez fue miembro de un panel que sentenció a cadena perpetua al sujeto, a quien después besaría al estilo Puerto Pollensa, la sentida letra de una canción que describe el idilio de una pareja argentina que se besa “descaradamente”, sin importar el entorno. Sin embargo, en este caso, no era la playa. Era una cárcel.

El reo condenado y besado por jueza argentina, tras ser capturado en Chile

¿Quién es Cristian Bustos, alias “Mai”, el hombre que hizo olvidar a la jueza Marlene Suarez sus funciones y más?

Hasta hace unos años, era conocido sólo a nivel judicial. Lo buscaba la justicia de la nación trasandina por el asesinato de un policía de Chubut.

“esta persona era intensamente buscada desde el 8 de marzo del 2008, luego de un enfrentamiento con el personal policial al momento de pretender su recaptura. Donde perdió la vida trágicamente el agente «Tito» Roberts y fuera lesionado también mediante arma de fuego el suboficial Luis Cañumir”. Así lo describió, en el periódico El Chubut, El jefe de la Unidad Regional Oscar Marinao, dando otros detalles de la captura de “Mai”, efectuada en Chile, en 2015.

El día que “Mai” Bustos ultimó a Roberts, iba a ser recapturado. Se fugó de prisión, tras ser condenado por el asesinato de su hijo, de tan solo nueve meses de vida.

Burlando a la justicia, se instaló en la región chilena de Los Lagos. Laboraba en un aserradero, proporcionando información falsa sobre su identidad. Prácticamente, llevó una vida normal tratando de obviar sus crímenes. No obstante, las policías chilena y argentina, le siguieron la pista.

“Las pesquisas que venían desde hacía varios meses, con intervenciones telefónicas e informes, permitiendo que una comisión compuesta por cinco efectivos de la ciudad (argentina) de Esquel, se constituyeran en el vecino país de Chile, conjuntamente con personal de Interpol y el apoyo de carabineros para llegar a un pueblito denominado Villa Santa Lucía para lograr la aprensión de Cristian ‘Mai’ Bustos”.

Un operativo policial de Carabineros lo sorprendió. Era la tarde de un domingo cuando el sujeto intentó repeler de nuevo su captura, disparando contra uniformados chilenos. Sin embargo, y pese a que hirió de bala a uno de estos, recibió dos impactos que lo mandaron al hospital, bajo custodia. Así fue que lo extraditaron tiempo después a su país.

Cristian "Mai" Burgos había sido capturado en Chile en 2015.
TN

Sumario… de besos: la resolución contra la magistrada Suarez

El pasado 18 de abril, la magistrada Flavia Trincheri, quien fue la encargada de investigar la conducta de su colega, dio a conocer una respuesta en firme de la justicia argentina: la jueza Mariel Suarez soslayó por lo menos 3 normas de la jurisprudencia.

…”violar el artículo 10 inciso B del Reglamento lnterno General: ‘Observar una conducta decorosa compatible con la dignidad de la función judicial’; el artículo 13 de la Ley de Ética de la función pública: ‘Deber de conducirse apropiadamente en público’ y el artículo 17 del Código de Procedimientos Penal: ‘Igualdad entre las partes e imparcialidad"”.

Trincheri apuntó además que la magistrada Suarez no dispuso de reemplazo cuando faltó a sus deberes judiciales por realizar su visita en dos días seguidos al reo condenado “Mai” Bustos.

“Se habría conducido de manera engañosa: dijo estar enferma y en realidad, a las 8.24 del 30 de diciembre estaba en el Valle para ingresar al IPP llevando adelante tareas académicas que no justificaban de manera alguna que se alejara de su función”.

Sin que se dieran a conocer detalles de la sanción que debe cumplir, la jueza Trincheri condenó los gestos que la jurista tuvo con un reo, en menoscabo de su independencia y normas de comportamiento en un recinto penitenciario donde, además, le advirtieron que se abstuviera de realizarlos, ya que había un reporte escrito y material visual al respecto.

“La jueza utilizó para su labor de escritora un momento procesal por demás inoportuno que puso en jaque su imparcialidad frente a las partes y la sociedad toda. Vulneró las normas de seguridad, se sentó en el piso con un interno recientemente condenado por ella y tuvo estrechos acercamientos físicos, muestras de confianza y afición, aseguró la jueza que elevó el sumario contra su colega.

A la espera de la sanción se encuentra la jueza Suárez, quien en su momento lo negó todo, asegurando que no hubo besos y que el reo se encariñó con ella. Es más, el pasado 25 de abril, el medio Perfil, consignó un nuevo descargo de la jurista señalada, quien aseguró que la prueba para el sumario (el video), es ilegal.

“…está basado en prueba ilícita y prejuicios sociales de rancia tradición que no se ajustan al moderno concepto de ‘decoro’ y que nuestra sociedad arrastra, bajo la necesidad vana de inmolar a alguien para justificar sus propios sesgos”.

Aún así, el caso ya es dominio total de otro tribunal más amplio: el social, que la condena por el hecho de involucrarse, no sólo con el asesino de un policía, sino, con el sujeto que le puso fin a la vida de su propio hijo.

La jueza Suarez se tomó hasta selfies con el reo condenado, Cristian Burgos. El sumario fue dado a conocer.
TN / Diario Jornada