Donna Taylor es la madre de una adolescente de 14 años, cuyo colegio la envió a la casa en seis ocasiones debido a que su “falda era muy corta”.
Según la mujer, la estudiante de Cantonion High School en Cardiff, Reino Unido, no pudo entrar a clases en reiteradas ocasiones debido a que la falda de su uniforme estaba siete centímetros sobre la rodilla.
Además la adolescente afirmó que la obligaron a comprarse tres nuevas faldas y que un profesor habría dicho: “No quiero subir las escaleras y ver que comiste para el desayuno”.
La indignada madre explicó al diario británico The Sun que los profesores “deberían concentrarse en la educación de los niños y no en lo que llevan puesto”, y que están siendo “demasiado estrictos”.
La política de la escuela, en tanto, indica que las estudiantes pueden llevar la falda hasta cinco centímetros sobre la rodilla, en otras palabras, dos centímetros más de lo que ella usaba.
Para terminar con el problema, Donna le compró pantalones a su hija, los que tampoco convencieron a la escuela, ya que le aseguraron que eran “demasiado cortos”.
Diane Gill, directora de la escuela, afirmó al diario que había recibido “una gran cantidad de comentarios positivos” por las reglas del uniforme, pero todavía hay algunos alumnos que incumplen las normas. También añadió que Donna no habló directamente con ella y tampoco asistió a una reunión a la que fue invitadas con su hija.
