Nueva Zelanda envió el pasado viernes a las islas Salomón dos especialistas en la lucha contra las mareas negras para tratar de controlar la fuga de combustible que sale de una embarcación atrapada en un arrecife coralino clasificado como patrimonio mundial por la Unesco.

El “MV Solomon Trader” encalló el 5 de febrero cuando trataba de embarcar un cargamento de bauxita, una roca sedimentaria con un contenido en aluminio relativamente alto, en la isla Rennell, el mayor atolón emergido del mundo, un tercio del cual figura en la lista del patrimonio mundial.

Hasta ahora los esfuerzos no han logrado reflotar la embarcación, de 225 metros de eslora, atrapada cerca de esta isla. Expertos consideran que 75 toneladas de combustible pesado se escaparon de los depósitos de la nave, en la que hay otras 600 toneladas más.

Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio | Agence France-Presse
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“Australia sigue muy preocupada por el riesgo de una gran marea negra”, declaró en un comunicado la Alta Comisión australiana en Honiara.

Fotos tomadas durante sobrevuelos aéreos muestran grandes manchas negras de combustible sobre las aguas color turquesa, y aglomeraciones de materia petroquímica viscosa en la costa.

Con 85 km de largo y 15 de ancho, la isla Rennell está 240 km al sur de Honiara, la capital de las Salomón.

Nueva Zelanda envió a dos expertos de la lucha contra las mareas negras encargados de implementar un plan para limitar el impacto del accidente.

Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio | Agence France-Presse
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La Alta Comisión australiana afirmó que ayudará a las autoridades de las islas Salomon a identificar a los responsables de la catástrofe.

Registrado en Hong Kong, el “MV Solomon Trader” fue fletado por una empresa de Hong Kong, pero se ignora a quién pertenece.