Un caso de “Aporofobia” (rechazo a la pobreza) quedó al descubierto en la ciudad de Alicante (España), luego que un grupo de turistas ingleses, que celebraban una despedida de solteros, pagaran 100 euros (74.800 pesos chilenos) a un indigente para que se realizara un tatuaje denigrante en su rostro.

El caso fue desarrollado por el diario inglés The Sun, el cual detalló que el hombre que llevó a cabo esta acción fue identificado como Tomek (19), de nacionalidad polaca, quien se encontró con un centenar de turistas ingleses en el centro de la ciudad, quienes lo convencieron de realizar la acción.

El concreto, el muchacho se tatuó en su frente el nombre del novio, Jamie Blake, y la dirección de este, North Shields N28, en un lugar especializado en tatuajes de la ciudad. Por esta cruel acción, Tomek recibió 90 libras.

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Lamentablemente, el citado medio consignó que el joven perdió todo su dinero días después, cuando fue atacado por un grupo de otros indigentes mientras dormía en la playa alicantina, quienes le robaron sus últimas monedas.

En concreto, la denuncia fue realizada por Asociación Empresarial Británica de Benidorm, específicamente por su presidenta Karen Kowles, quien indicó al tabloide británico que este era un acto deningrante y denotaba incluso xenofobia.

En una declaración publicada por diario El País, la Red de Apoyo a la Integración Sociolaboral en España también condenó el hecho, indicando que en dicho país muere una persona sin hogar cada seis días.

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“Es un trato degradante y delata una situación de vulnerabilidad y de exclusión social. Este tipo de comportamientos es una expresión de la violencia que sufren las personas que viven en la calle”, indicaron.

Por lo pronto, en España se está planeando realizar una acepción de delitos de “Aporofobia” en su Código Penal. “Hemos hablado con todos los grupos políticos y hay un consenso sobre la necesidad de reconocerlo”, destacó el grupo parlamentario Unidos Podemos en un comunicado.

Cabe señalar que este término fue elegido como la “palabra del año” en España durante 2017. De acuerdo a El País, fue acuñada por la filósofa española Adela Cortina en 2015, para describir el odio, miedo y rechazo a la pobreza y la exclusión social.