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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La monja brasileña Inah Canabarro Lucas, la segunda religiosa más anciana de la historia, falleció a los 116 años en Porto Alegre. Ostentó el título de la persona más longeva del mundo tras la muerte de Tomiko Itooka en enero. Ahora, Ethel Caterham de 115 años es la más longeva. Canabarro, nacida en 1908, tuvo una vida dedicada al servicio religioso y atribuyó su longevidad a Dios.

La monja brasileña Inah Canabarro Lucas, quien ostentaba el título de la persona más longeva del mundo, falleció este miércoles a los 116 años. Con esto, se convirtió en la segunda religiosa más anciana de la historia después de la francesa Lucile Randon, que vivió hasta los 118 años.

El deceso fue confirmado por la Congregación de las Hermanas Teresianas, comunidad donde Canabarro residía en la ciudad de Porto Alegre (al sur de Brasil).

De acuerdo a la agencia alemana DW, Canabarro nació el 8 de junio de 1908 y fue reconocida como la decana de la humanidad luego de la muerte en enero de la japonesa Tomiko Itooka, también a los 116 años.

Ahora, el título del humano más longevo del planeta recae en Ethel Caterham, residente de la ciudad inglesa de Surrey, de 115 años y 252 días según el Grupo de Investigación Gerontológica de Estados Unidos (GRG) y LongeviQuest.

“En el día de hoy, que la resurrección abrace a la Hermana Inah Canabarro, damos gracias por la entrega y dedicación, pedimos que el Señor, Padre de bondad, la reciba y la acoja en su infinito amor”, apuntó en una nota la Congregación de las Hermanas Teresianas de Brasil.

Aunque su obituario citaba su nacimiento el 27 de mayo de 1908, “su fecha de nacimiento documentada según los regitros es 8 de junio de 1908”, dijo en enero a la agencia AFP el director de GRG, Robert Young.

Nacida en la ciudad de San Francisco de Asís, en el estado de Rio Grande do Sul (sur), su salud fue frágil durante la infancia, según su biografía en el sitio LongeviQuest.

A los 16 años la monja brasileña tuvo su iniciación religiosa en una escuela de las teresianas en Santana do Livramento, en la frontera con Uruguay, antes de vivir brevemente en Montevideo.

Fue ordenada monja a los 26 años y tuvo una larga carrera de servicio religioso como profesora y secretaria. Consultada sobre las razones de su longevidad, lo atribuyó a Dios. “Él es el secreto de la vida. Es el secreto de todo”, dijo.

En 2018, con cerca de 110 años, recibió la bendición apostólica del papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años.