La "fatiga de Zoom" podría tener su origen en cómo te sientes al prender la cámara durante una videollamada: aquí te contamos por qué.

En los últimos dos años, millones de trabajadores alrededor del mundo se han adaptado a una nueva modalidad laboral, el teletrabajo, y con ello su herramienta insigne: las videollamadas.

De acuerdo a un estudio de Microsoft Chile, ésta es una realidad que ha causado división entre los empleados criollos. Y es que, del total de encuestados, el 52% de los connacionales dice preferir las videollamadas para teletrabajar.

“Chile es de los países a nivel mundial que elige el uso del video para conversar, estudiar y trabajar, siendo superado en esta elección sólo por Holanda y Noruega con un 60% y superando a Suiza y España”, destacó Sergio Rademacher, gerente general de la empresa de tecnología en nuestro país.

Pero, pese a que estas reuniones virtuales han facilitado el trabajo en tiempos de pandemia, también han generado problemas.

Así lo dejaron entrever psicólogos especializados en los efectos que han tenido estas herramientas digitales, quienes destacan que la “fatiga de Zoom” puede tener sus causas en lugares, hasta ahora, poco explorados.

Millones de personss hacen videollamadas cada día
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La peculiar razón por la que te fatigas en Zoom

Sin duda, algunas de las herramientas de teletrabajo más famosas en medio de la pandemia han sido Zoom, Meet y Teams.

Éstas y otras plataformas son utilizadas diariamente por millones de cibernautas a nivel global. Y, pese a que han sido de gran utilidad, su “abuso” también ha generado una fatiga poco antes experimentada por los trabajadores.

“Este fenómeno ha llevado a los psicólogos a investigar por qué Zoom es tan agotador. Esa investigación ha identificado una variedad de factores, incluida la dificultad de asegurarse de que se está comunicando bien en un entorno antinatural, mantener un contacto visual constante, experimentar molestias corporales y verse constantemente en la cámara“, declaró la psicóloga Gwendolyn Seidman, colaboradora de la web especializada Psychology Today.

Precisamente, este último factor ha sido objeto de estudios recientes que buscan identificar cómo la timidez y actitudes de las personas respecto de su apariencia podrían provocar que, el hecho de estar constantemente “frente a la pantalla”, los estrese al nivel de fatigarlos.

La ansiedad del espejo al hacer videollamadas podría fatigarte
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Ser cohibido

Según la psicóloga, la ansiedad de vernos en este espejo digital es uno de los puntos que contribuyen a la “fatiga de Zoom”.

“La ansiedad por el espejo se desencadena al ver constantemente tu transmisión de video durante la reunión“, declaró Seidman.

A ello, agregó que “Múltiples estudios muestran que las mujeres tienden a experimentar más fatiga de Zoom que los hombres, y una razón documentada es que experimentan más ansiedad ante el espejo. Además, Zoom aumenta drásticamente la sensación de que todos te miran, especialmente cuando estás hablando”.

Esta situación ocurre con mayor frecuencia en personas que tienen un rasgo conocido como “cohibición pública”. Ésta consiste en la tendencia a concentrarse en cómo te perciben los demás.

Lo anterior, “significa que las personas con una alta timidez pública dedican mucho esfuerzo mental a dar una buena impresión y controlar su comportamiento”, recalcó.

“Esto se intensifica durante una conferencia de Zoom, porque los involucrados están tratando de prestar atención a las reacciones de los demás y son muy conscientes de su apariencia, y están motivados para modificar sus expresiones o postura mientras se miran a sí mismos en la cámara”, agregó la experta.

Ser cohibido afecta la forma en que haces las videollamadas
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Insatisfacción con tu apariencia

Otra arista de las investigaciones recientes postula que un aspecto puntual de la timidez, la insatisfacción con la propia apariencia, podría ayudar a explicar la “fatiga de Zoom”.

Un nuevo estudio encontró una relación entre la insatisfacción con la apariencia facial y el experimentar “más fatiga motivacional, visual, emocional y general después de las reuniones virtuales. Para aquellos que no están contentos con su apariencia, ver la transmisión de su cámara es un recordatorio constante de algo que los molesta”, indicó Gwendolyn.

Para peor, dijo la experta, actualmente las cámaras web y aquellas de los teléfonos enfocadas cerca del rostro generan distorsiones o perturban nuestra autopercepción física, especialmente en aquellos que están descontentos con cómo lucen.

“Supongamos que las personas insatisfechas con su apariencia facial hacen un esfuerzo adicional durante la reunión para lograr una apariencia más atractiva (ajustando el ángulo en el que aparecen, ajustando su postura). En ese caso, es probable que esto haga que la reunión virtual sea aún más agotadora“, explicó la psicóloga.

¿Cómo luchar contra la fatiga por apariencia?

Si te sientes identificado con estos hallazgos y quieres hacer algo para reducir tu “fatiga de Zoom”, la experta compartió un par de tips que te ayudarán en situaciones laborales y sociales.

1. Oculta tu ventana de video: “Muchas plataformas de conferencias te permiten ocultar la vista de tu cámara y solo ver a otras personas. Esta podría ser una buena opción para las personas que generalmente no están contentas con su apariencia, ya que desviará su atención de tu imagen. Para las personas con mucha timidez, esto también podría ayudar, ya que debería reducir el autoenfoque”.

2. Usa un avatar: “Dependiendo de la situación, puede ser aceptable que un avatar virtual, como una versión de dibujos animados de ti mismo, lo represente en la pantalla. Estos avatares pueden imitar tus movimientos y expresiones faciales”.

“Por lo tanto, en situaciones en que los compañeros de trabajo o los profesores que dirigen una reunión de Zoom están preocupados por hablar en una sala sin cámaras y sin rostro, los avatares pueden mostrar que todos los asistentes a la reunión están comprometidos”.

3. Utiliza un filtro que llame menos la atención sobre tu apariencia facial: “En situaciones informales, puede ser aceptable usar un filtro de video que te permita ‘usar’ orejas y nariz de perro virtuales u otros disfraces divertidos para quitar parcialmente la atención de tu rostro”:

“Esto puede ser especialmente útil para las personas que no son necesariamente tan cohibidas, pero que no están satisfechas con su apariencia facial. Naturalmente, hay muchas situaciones en las que esto sería inapropiado, no lo recomendaría para una reunión de trabajo”.

4. Refleja tu video: “Un truco más sutil para sentirte más cómodo con tu apariencia puede ser reflejar tu video”.

“Las investigaciones muestran que las personas prefieren su imagen reflejada a una imagen fotográfica real porque están más familiarizadas. Por lo tanto, puedes estar más satisfecho con tu apariencia de Zoom si la imagen está reflejada”.