Tanto en América como en Europa, hay varios pueblos abandonados que tuvieron una época dorada. Junto a minas que luego decayeron se construyeron pueblos y comercios que prosperaron y luego, con el fin del éxito minero, desastres naturales, enfermedades u otros motivos, fueron abandonados.

A pesar de que actualmente en estos lugares casi no vive nadie (o están totalmente vacíos) suelen ser una atracción para turistas por el encanto que generan: desde un sentimiento de terror a una fascinación misteriosa. Te presentamos a continuación siete lugares que llamarán tu atención:

1. Humberstone y Santa Laura (Chile)

Estas dos antiguas localidades de nuestro país se encuentran a 47 kilómetros al este de Iquique. Ambas fueron localidades salitreras que se fundaron cerca de los yacimientos y que, en su momento, alcanzaron a tener unos 4.000 habitantes. Sin embargo, al terminarse el auge del salitre, en 1960 las minas cerraron sus puertas, lo que obligó a sus habitantes a abandonar el lugar. Ambos pueblos están protegidos por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. Están llenas de belleza, misterio y circulan leyendas de que la habitan fantasmas.

Wikipedia

2. Campanópolis (Argentina)

El empresario Antonio Campana compró en 1976 tierras en la provincia de Buenos Aires en las cuales construyó una ciudad de estilo medieval a la que bautizó como Campanópolis. Campana destinó todos sus recursos a este lugar, ya que su sueño y deseo antes de morir era terminarla. Los edificios están construidos con materiales recuperados de la demolición de otras construcciones, junto a otros recolectados de líneas de ferrocarriles obsoletas.

Actualmente, la familia sigue gestionando Campanópolis, pero la ciudad nunca se terminó y las casas se mantienen deshabitadas, convirtiéndose en una urbe fantasma.

Campanopolis
Campanopolis.com.ar

3. La Siberia (Colombia)

Junto a la iniciativa industrial de la cementera Samper, la primera que se creó en Colombia, surgió bajo el enigmático nombre el poblado La Siberia. En 1933 se levantaron diversas construcciones desde hornos a viviendas, iglesias y hospitales. 66 años más tarde, la fábrica cerró y poco a poco los habitantes fueron abandonando el lugar. Actualmente se encuentra casi en ruinas, con la vegetación avanzando y haciéndose dueña de los edificios.

Se rumorea que en el antiguo hospital hay fantasmas, y existen todo tipo de historias de terror.

La Siberia en Colombia
El Espectador

4. Chuquicamata (Chile)

Este pueblo chileno nació gracias a la apertura de la mina de cobre más grande a cielo abierto del mundo. Actualmente la mina sigue en rendimiento, pero en su momento llegó a albergar 25.000 personas. Fue en 2007 que se declaró que la localidad estaba saturada de toxinas como anhídrido sulfúrico y arsénico, por lo que todos los habitantes fueron trasladados a Calama, donde construyeron nuevos hogares. Actualmente, sus casas, plazas, hospitales e iglesias están cerradas para siempre, pero el lugar, que está a 4.000 metros de altura, puede visitarse (y se recomienda ir con mascarilla).

Chuquicamata
Consejo de Monumentos Nacionales

5. Fordlandia (Brasil)

El reconocido empresario estadounidense, Henry Ford, quiso competir durante la década de los ’30 con los británicos y holandeses en el monopolio del caucho; materia sumamente importante en la industria de los automóviles. Así, decidió producir caucho en el medio del Amazonas, comprando 15.000 kilómetros cuadrados para crear Fordlandia. Lamentablemente, todos sus intentos por producir caucho en la región fallaron, lo que generó millonarias pérdidas. Ford desechó el proyecto y esto desencadenó un éxodo masivo, lo que dejó la ciudad vacía y abandonada rápidamente. Hoy se puede visitar, aunque curiosamente el propio Ford nunca lo hizo ya que temía a las enfermedades tropicales.

Fordlandia
The New York Times

6. Cementerio de Trenes (Bolivia)

El actualmente llamado cementerio de trenes, en Uyuni, en el estado de Potosí, fue el primer lugar boliviano en el cual hubo trenes. Funfafa, inaugurada en 1899, era la línea férrea que tenía como principal objetivo trasladar plata, sin embargo el regreso del tren no resultaba rentable ya que sólo traía de vuelta pasajeros cansados. Tras la Guerra del Pacífico, Chile se anexa Atacama y Bolivia pierde su salida al mar. Al mismo tiempo, la capacidad minera de los depósitos de Huanchaca fueron decayendo hasta eventualmente desaparecer. Esto provocó el desuso de las locomotoras. Hoy los trenes, que acumulan polvo, son un llamativo atractivo turístico.

Cementerio de Trenes
El Comercio de Perú

7. Hotel El Salto (Colombia)

El majestuoso hotel El Salto fue inaugurado en 1924 y era reconocido a nivel internacional por su alta categoría y su aspecto majestuoso: está ubicado muy cerca de las cataratas Tequendama, sobre el río Bogotá. Fue en 1990 que cerró sus puertas definitivamente sin que nunca se hayan confirmado los motivos. A pesar de que circularon varios rumores sobre el por qué de este cierre, la teoría más probable es que las aguas del río estaban contaminadas, lo que obligó a los dueños a clausurar la gran infraestructura. Hace ocho años, la locación fue transformada en un museo, lo que ha traído muchos visitantes.

Hotel El Salto en Colombia
eBooking.com