La semana pasada nuestro país cumplió un año más de vida. Fiestas Patrias en las que conmemoramos el inicio del proceso de independencia, con la Primera Junta Nacional de Gobierno (18 de septiembre de 1810).

Durante todo este tiempo han sido muchos quienes han llegado a ostentar el cargo de Presidente, para el cual existen ciertos requisitos. En la reforma constitucional de 2005 se estableció que nuestra máxima autoridad debe tener la nacionalidad chilena, además de tener cumplidos 35 años y poseer las demás cualidades necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio.

No obstante, un detalle curioso de la historia republicana chilena es que hubo un presidente que no era chileno, sino argentino. Se trata de Manuel Blanco Encalada, quien fue el primero en llevar el título de Presidente de Chile.

¿Pero cómo fue que un argentino llegó a ser nuestro presidente?

Retrato de Manuel Blanco Encalada, sacado del libro "Historia de Chile" de Anson Uriel Hancock (CC) Wikimedia Commons
Retrato de Manuel Blanco Encalada, sacado del libro “Historia de Chile” de Anson Uriel Hancock (CC) Wikimedia Commons

Tal como recoge el sitio Memoria Chilena, Blanco Encalada nació en Buenos Aires el 21 de abril de 1790, en el seno de una noble familia porteña.

Cuando cumplió 15 años de edad, fue enviado a España para realizar estudios navales en la Academia de Marina de la Isla del León en Cádiz, mientras que a los 18 le fue ordenado incorporarse a la dotación naval de Callao, Perú.

No obstante, de acuerdo a la citada biografía, luego que estallaran los movimientos emancipadores de La Plata y Chile, optó por unirse a la causa independentista americana, viajando a Chile en 1813 para alistarse en el ejército patriota.

Tras ser apresado en la Guerra de Independencia, fue enviado al destierro a la isla Juan Fernández, desde donde fue rescatado en 1817. “Inmediatamente se reincorporó al ejército y participó en las batallas decisivas para lograr la independencia”, recoge Memoria Chilena.

Un año después fue nombrado Comandante General de Marina, en donde tuvo la misión de organizar la Escuadra Nacional. A partir de aquel momento, siempre prestó servicios a Chile, ya sea como Mariscal de Campo, Comandante en Jefe del Ejército y Vicealmirante de la Escuadra Nacional.

Además de ser parte del ejército libertador de Perú, y dirigir la campaña de Chiloé, en la que se expulsó a los españoles, pasó a la historia al ser nombrado como el primer Presidente de Chile.

Paula Caffarena, académica e investigadora de la Escuela de Historia de la Universidad Finis Terrae, indicó a BioBioChile que lo primero que hay que aclarar es que en esa época no se hablaba de “argentinos” y “chilenos” en el sentido que lo hacemos hoy.

“Si bien Manuel Blanco Encalada nació en Buenos Aires, vivió en España y formó parte de quienes defendieron a la Monarquía frente a la invasión napoleónica”, agregó Caffarena.

“Es importante considerar que a inicios del siglo XIX tanto Chile como lo que hoy conocemos como Argentina formaban parte del Imperio Español, por lo que el lugar de nacimiento no indicaba nacionalidad en el sentido moderno”, precisó.

Monumento a Blanco Encalada en Valparaíso (CC) Wikimedia Commons
Monumento a Blanco Encalada en Valparaíso (CC) Wikimedia Commons

“En el contexto de la aplicación de las leyes federales fue presidente de Chile en 1826. Dadas las dificultades que se presentaron, renuncia a los dos meses de haber asumido el gobierno”, sostuvo.

Aunque hoy en día es habitual ver cierta rivalidad entre Chile y Argentina, lo cierto es que en aquel tiempo las cosas eran muy diferentes.

De hecho, Álvaro Góngora, doctor en historia y decano de la Facultad de Humanidades y Comunicaciones de la Universidad Finis Terrae, explicó a BioBioChile que por un periodo que va desde fines del siglo XVIII hasta 1840 aproximadamente, hubo grandes vinculaciones entre argentinos y chilenos.

“Ellos venían para acá y no tenían ningún problema, y viceversa. Incluso, en la Primera Junta de Gobierno habían argentinos, eran partidarios de la idea de armar una Junta”, aseveró.