La familia real de Inglaterra es una de las más poderosas del mundo y al parecer seguirá siendo así por un largo tiempo más. La reina Isabel II lleva 65 años en el trono y es la monarca más longeva de la historia de su país, además tiene una serie privilegios que están más que prohibidos para el resto de los “mortales”.
Muchos de ellos provienen de antiguas normas y leyes por las cuales se regían las monarquías absolutas, pero que no han sido actualizadas hasta el día de hoy.
La gran excusa es que debido a la responsabilidad que carga sobre sus hombros, al tener que guiar una nación completa, la Reina debe tener la libertad para tomar las decisiones que estime convenientes y de ser necesario ir más allá de lo legal… aunque pocas veces ha sido así.
Revisa aquí 7 curiosas cosas ilegales que puede hacer:
1. Puede robar niños
Es probablemente uno de sus derechos más antiguos y extraños, pero si así lo quisiera, Isabel II podría arrebatar un niño de los brazos de su madre sin que nadie pudiese objetar su decisión.
Antiguas leyes consideraban al monarca como el guardián y protector de todos los niños e infantes, por lo cual si lo estimaba conveniente, podía llevarse a un menor de edad y educarlo o hacer cualquier cosa que quisiera con él.
Aunque Isabel II ha sido acusada de este crimen, nunca se ha comprobado.
Pero esta ley no sólo se aplica al pueblo, sino que también a su propia familia. Según consignó el diario inglés Independent, la Reina también cuenta con la custodia de todos sus nietos, cuya educación está a cargo de la Corona y de su abuela.
2. Asesinar
Si el trono británico quedara en manos de un asesino en serie, el mundo estaría en un gran problema, pues el monarca puede matar a una persona y no ser juzgado por ello, ya que él mismo es el juez supremo.
Sin embargo, para que esta norma se cumpliese, es él o ella quien debe cometer el asesinato y asegurar que lo hizo para defender a la Corona y a la nación.
Por lo general, los reyes en Europa no pueden ser demandados ni procesados por la justicia, sin importar lo que hayan hecho, por lo que pueden romper las leyes, e incluso cometer homicidio.
3. No necesita pasaporte o licencia de conducir
Dada su condición de monarca, la reina Isabel no requiere de pasaporte para ingresar a un país extranjero pues estos documentos son emitidos a nombre de su majestad la Reina, por lo que sería redundante que ella contara con uno.
El resto de la familia real, sin embargo, sí los necesita y deben llevarlos consigo cada vez que salgan del país, consignó el diario The Atlantic.
Otro documento que tampoco necesita Isabel II, es la licencia de conducir. Pese a que ella adora manejar, y lo demostró durante la Segunda Guerra Mundial cuando trabajó como mecánica, el protocolo dicta que ella debe contar con un chófer que la lleve a sus actividades.
Sin embargo, cuando no está en presencia del público, Isabel II prefiere manejar ella misma su extensa colección de autos.
4. Evadir impuestos
La mayor parte del mundo debe pagar impuestos para ayudar a financiar a su nación, sin embargo, los miembros de la familia real no están obligados a hacerlo.
En 1992, sin embargo, esto cambió cuando la Reina decidió voluntariamente que tanto ella como su heredero, el príncipe Carlos, abonaran cada año al Tesoro británico un 40% de sus ingresos privados, sea cual sea su procedencia.
De esta forma, Isabel II quiso mostrarse cercana a su gente, pero si algún día decide dejar de pagar, tampoco habrá problemas legales.
5. Iniciar una guerra
Aunque no como en siglos pasados, el poder de la Reina es tal que incluso puede iniciar una guerra si así lo desea o impedir llegar a un acuerdo de paz.
Si bien en estos tiempos es poco probable que algo así ocurra, pues necesitaría el apoyo del Gobierno, es importante saber que ella tiene la opción de hacerlo.
La monarca está consciente de esto y también preparada, así lo afirmó la cadena británica BBC, que aseguró que en los archivos nacionales se puede encontrar un discurso escrito para ser pronunciado por Isabel II en caso de que se iniciara la Tercera Guerra Mundial, hace más de 30 años.
En el documento elaborado en 1983 y que nunca fue grabado, la reina llama a su pueblo a permanecer firme ante la locura de la guerra y describía la amenaza a Gran Bretaña como más grande que cualquier otra en la historia.
6. Puede entrar a una casa sin permiso
Que la Reina visite un hogar es siempre un privilegio, pero si ella quisiera, podría llegar sin invitación alguna, abrir la puerta y quedarse el tiempo que estimara conveniente.
Su poder se extiende a cualquier lugar en Inglaterra, excepto a uno: la Cámara de los Comunes del Reino Unido. La Reina tiene prohibido su ingreso por el actuar del rey Carlos I, durante el siglo XVII.
En 1642, el monarca ingresó a la Cámara para apresar a cinco parlamentarios que habían criticado su gestión, pero que lograron escapar de su venganza. El arrebato de Carlos pasó a la historia y desde entonces ningún soberano ha vuelto a pisar el lugar sin permiso.
7. Puede negarse a entregar información personal
Tanto la Reina como la familia real están exentos de entregar información personal o privada a cualquier estamento que lo solicite, incluyendo la prensa, por supuesto.
Esta excepción a la libertad de información se dio después de una larga batalla legal entre el diario The Guardian y el Gobierno para evitar que salieran a la luz 27 cartas escritas por el príncipe Carlos a diferentes ministros entre 2005 y 2009.
Aunque la justicia obligó a entregar la información, tanto las autoridades como el Palacio de Buckingham criticaron la medida, pues aseguran que se ponía en peligro la imagen neutral que deben tener los miembros de la realeza en temas de política.
Eso sí, la duración de la exención es de 20 años desde la creación del registro o cinco años desde la muerte del miembro de la familia real a quien se refiere la información.
Por esto jamás conoceremos cuánto dinero tienen sus miembros o algunos detalles de sus vidas privadas.
