Cuando se habla de política, es común escuchar a ciertos partidos referenciados como ‘derechistas‘ o ‘izquierdistas‘.

Ésta es una clasificación que existe en todo el mundo, y es utilizada en todo tipo de comentario político, desde artículos científicos relacionados al tema, a las parodias y humor relacionado con el gobierno.

¿Pero, de dónde vienen esos términos, y porqué son utilizados en las democracias modernas?

La razón es simple, aunque se ha olvidado por el paso del tiempo: la revolución francesa de 1789.

Específicamente, ‘derecha‘ e ‘izquierda‘ vienen de la posición que los grupos políticos tomaban físicamente en la asamblea constituyente francesa, en la cual se discutían múltiples temas relacionados a la representación política.

Según la información histórica recopilada por la enciclopedia francesa Universalis, los que apoyaban al poder del rey, y por tanto podían ser considerados como “conservadores” que preferían proteger y adaptar la autoridad antigua a las necesidades del pueblo se sentaban a la derecha del presidente de la cámara.

Por otro lado, quienes cuestionaban la autoridad, apoyando a la revolución y que buscaban hacer reformas extensas que apoyaran una forma de colectivismo o política proto-socialista se sentaban a su izquierda.

Los términos, por tanto, se convirtieron en una forma rápida de identificar de qué lado estaba esa persona en la discusión política del momento. Cuando el modelo francés comenzó a expandirse alrededor del mundo, la idea de políticos de ‘derecha‘ e ‘izquierda‘ se convirtió en algo más global, que ayudaba a determinar si era más conservador o liberal.

Es una forma simple y efectiva, aunque generalizada, de rápidamente identificar la posición de alguien ante un tema, que todavía está en uso hoy gracias a su eficiencia y fácil entendimiento.