Es una imagen poderosa, que ha comunicado de manera simple pero efectiva el daño hecho por los seres humanos al medio ambiente, y los océanos que caracterizan a nuestro planeta. Una tortuga marítima capturada por una red de plástico, intentando con frustración romper el objeto que la oprime.

La foto fue tomada en 2010 por el fotógrafo Jordi Chias de España y recibió el premio One Earth, fue un resultado de la suerte, ya que todo sucedió debido a una coincidencia.

Jordi, según explicó al Natural History Museum del Reino Unido, nadaba en búsqueda de delfines y otras criaturas acuáticas para fotografíar. “En un momento vi una red flotando sin rumbo en la superficie, así que fui a investigar”, afirmó el fotógrafo aficionado.

Fue solo al acercarse que se dio cuenta que la red no flotaba por la corriente marítima, sino por una tortuga que se encontraba atrapada por ella. “La pobre parecía haber estado atrapada por varios días de tan enredada que se encontraba”, admitió.

La tortuga pudo mantenerse con vida ya que tenía suficiente fuerza para nadar a la superficie extender su cuello para tomar aire, aunque no podía mantener esto por mucho tiempo. “Me miraba mientras intentaba morder y romper la red, como si me estuviera pidiendo ayuda”, afirmó el español.

Por suerte, Jordi tenía consigo lo necesario para ayudarle. Utilizando sus manos y las herramientas de su equipo de natación, logró liberar a la tortuga de la red, entregándole una segunda oportunidad para sobrevivir.

Es un final feliz para una imagen que nos recuerda el daño hecho al mar por los desechos plásticos. Muchos animales marítimos se ven afectados cada año por los desechos que llegan a los mares, los cuales han comenzado a afectar la ecología del mundo de maneras irreparables.