Eso de que “las apariencias engañan” encuentra una verdad definitiva en el universo de las redes sociales: gracias a las nuevas cámaras, lentes y filtros (y también al ingenio), cada día es más fácil caer en estafas visuales, o crear imágenes que aparentemente son reales o incluso naturales.
Las selfies son el autocultivo para aquello. Y por lo mismo, la bloguera Tiffany Brien quiso comprobarlo con un experimento que colgó en su cuenta de Facebook y que no ha parado de viralizarse.
La experta en fitness se retrató frente a un espejo antes y después de dormir, con el objetivo de marcar el contrapunto. En la primera, su abdomen lucía evidentemente hinchado, mientras que en la segunda, volvía a parecer plano.
La fotografía ya acumula más de 16.000 reacciones y la han compartido más de 5.000 usuarios en apenas diez días. Pero este no es el único caso. También en Facebook, Constance Hall se tomó dos selfies casi al mismo tiempo, pero desde ángulos distintos. El resultado sorprende. Mientras en la primera se ve deslucida e hinchada, en la segunda su piel brilla y no quedan dudas sobre su anatomía.