Este lunes algunas comunas salieron de la cuarentena obligatoria, sin embargo, esto no será una “vuelta a la normalidad”, según Francisco Flores, psicólogo y director de ONG Mente Sana.

Y es que tanto estos habitantes, como todo el resto del país, tendrán que enfrentar los efectos que la pandemia está dejando en nuestra salud mental.

De acuerdo con estimaciones de expertos, se espera que por cada damnificado en un desastre -como el que hoy enfrenta el mundo- habrá́ al menos tres personas -como mínimo- que tendrán consecuencias en su salud mental.

“La mayoría de las investigaciones postulan que generalmente en estos escenarios, 15% de los individuos presentan una reacción patológica; 15% conserva su equilibrio y el restante 70% manifiesta un comportamiento en apariencia pertinente, pero con ciertas alteraciones emocionales patológicas, así como con una pérdida de la iniciativa”, asegura el experto.

Dichos desórdenes, comenta Flores, implican para toda una precarización de los vínculos “donde el otro se torna amenazante, así como abrazos y besos sentirlos, incluso llegarlos a sentir como armas peligrosas”.

Una incertidumbre que amenaza el futuro y la vida se pone en riesgos. Esto sumado a las expectativas materiales puede suscitar “un aumento de la angustia y la ansiedad, con los consiguientes desarrollos de procesos de desagregación que privilegie la descarga de la frustración”.

Otra forma de ver la situación

Pero también es posible “un procesamiento no traumático de la vivencia, que nos permita trabajar por nuevos acuerdos, para renovar lazos vinculares y sociales, en torno a un necesario estímulo de la solidaridad y la importancia de lo colectivo como sostén social. Sentir que no solo estamos enfrentando la misma marea, sino también en solo barco”.

Para el psicólogo, “esto es lo que estará en juego durante y posterior a este período”, asegura

La negación de la realidad -como el pánico- son mecanismos adaptativos patológicos. “Hemos observado la caravana de automóviles tratando de salir de la ciudad. Este es probablemente la búsqueda de una forma paradojal de sentirse seguros, bloquear una parte de la realidad y vivir como si el riesgo no existiera o que nada nos va a pasar”, agrega.

Para enfrentar temores y colaborar en calibrarlos, el director de ONG Mente Sana señala como orientaciones:

– Mirar el porvenir, como tierra de futuro para descansar, en lugar de ver la fatalidad del fin, pensando entonces en todo aquello que aún nos resta por soñar y hacer.

Hacer nuestro aporte, que siendo poco, puede hacer mucho. Ayudar a procesar todos los estímulos que se reciben como información; confrontándolos, evitando los chivos expiatorios u objetos únicos de odio, para no quedar en el desvalimiento que provoca el pánico. Para ello, es necesario, confiar en el poder pacificador de la palabra, el reforzamiento del lazo social, y ayudar a sostenérsenos -entre todos- desde lo colectivo y público.

– Informarse bien. Si tiene dudas contraste la información que recibe, donde las redes sociales no son siempre la manera de hacerlo, para lo cual es aconsejable desconectarse por algunos momentos.

– La pura indignación o reclamo nos puede paralizar en lugar de estimular la acción. Y la pura denuncia, solo confirma lo que ya sabíamos en lugar de reconocer lo que está oculto, y no nos permite distinguir aquello que no sabemos o que es distinto a lo que creemos.

– Tomar distancia frente a la falta de criterio combinada con la falsedad, ya que también es una pandemia para frenar.

Salud Mental en Chile

Nuestro país, a propósito de la pandemia mundial, está viviendo un Estado de catástrofe. Esta situación se agrava en población de riesgo, es decir, aquellos más expuestos y vulnerables. Si antes del Covid-19 cerca de casi 2 millones de chilenos ya padecían de síntomas de depresión o ansiedad y con creciente consumo de psicofármacos, esto ha recrudecido en pacientes ya medicados como aquellos que acceden como primera vez.

Frente a ello, es esencial la presencia de profesionales de la salud mental en el comité de experto o en la Mesa Social del MINSAL, tanto para abordar cuestiones operativas que se piensan solo técnicas, como para orientar la comunicación de medidas.

“Elaborar la forma de transmitir contenidos y orientar a medios de comunicación. Necesidad de contar con información de buena calidad, que contribuya a limitar creencias irracionales y mitos desorganizantes, siendo fundamental compaginar tres políticas públicas: la sanitaria, la económica y la salud mental, enfatiza Francisco Flores, psicólogo y director de ONG Mente Sana.