Estamos en un tiempo en que nuestro jardín parece dormido y ausente, y donde el trabajo de jardinería es relativamente limitado durante estos meses de invierno. Aun así, para Carmen Gloria Pizarro, secretaria de estudios de la carrera de Agronomía de la Universidad del Pacífico, entrega labores que en esta época podemos realizar y que son esenciales para prepararse para la próxima estación de la primavera.

“Ya nos encontramos a principios de junio y estamos en la época perfecta para trasplantar o establecer arbustos como ligustrinos, rosales, boj, entre otros. Así también, si ha decidido incorporar un árbol frutal caducifolio como ciruelo, almendro, nogal, manzano, peral, membrillero o cerezo; entre tantas otras alternativas o quizás uno ornamental como tulipero, jacarandá, magnolio o nativas como boldo, arrayán, maqui u otra especie, esta época de receso es cuando podemos y debemos plantar. Otras especies ornamentales como bulbosas, jacintos, tulipanes, muscaris o fresias, entre otras, pueden ser establecidas o plantadas en esta época, para disfrutar de su floración durante la primavera”, señala la docente.

Entre los consejos, la experta indica que se puede comenzar a podar frutales. “Como perales y manzanos, ciruelos, vid, durazneros y todos los frutales de hoja caediza. Para ello, pode los árboles frutales, eliminando las ramas muertas y a continuación retírelas de su jardín, para evitar la propagación de enfermedades”, comenta.

También es recomendable realizar arado superficial al pie de los setos, barrer las últimas hojas que ensucian el césped y terminar la división de plantas persistentes.

En cuanto al riego, Carmen Gloria Pizarro señala que es una de las labores que más se tienden a olvidar durante el invierno ¿Por qué? “Todos sabemos que en invierno llueve y por lo tanto no es necesario regar. En principio sí, pero para nuestra mala fortuna, no llueve con la frecuencia que el jardín requiere. Las lluvias muy copiosas y prolongadas tienden a saturar el suelo y esto les impide a las raíces absorber agua y los nutrientes que vienen contenidos en ella”, dice.

“Por otro lado, una lluvia muy suave no puede ser considerada como un riego efectivo, pues si esta agua no llega a la zona de las raíces, no sirve. El riego debemos entenderlo como un ‘alimento’ que requiere una planta, y este alimento debe ser proporcionado en forma periódica y en una cantidad muy precisa, de otra forma se producen problemas como la asfixia radicular. Tenga presente que el agua de lluvia es de excelente calidad, por lo tanto, si cuenta con un contenedor o acumulador de agua de lluvia, reserve esta para regar más adelante, sus plantas se lo agradecerán con creces, en belleza y sanidad”, propone la docente.

En cuanto a la frecuencia del riego en temporada invernal, la profesora de la Universidad del Pacífico recomienda que no sea menor a dos semanas. ¿Y cuánta agua regar? “Se debe regar para mantener la humedad en el suelo. Eso sí que en estos días post lluvia no riegue y observe su suelo y reponga la humedad cuando esta haya disminuido. Una manera práctica de reconocer cuándo debe reponer esta humedad es tomar un poco de tierra apretarla en el puño de la mano, y si ésta se disgrega con facilidad ya es tiempo de regar”, sostiene.

Alimentar a los pájaros

Las aves que pueblan nuestros jardines son valiosas auxiliares porque se alimentan de insectos que atacan nuestros cultivos. Desafortunadamente para ellas, en invierno, los insectos son escasos, como lo son las semillas que encuentran en el suelo. “Es por ello que evite esta “hambruna” al reemplazar esta falta de alimentos naturales”, señala Carmen Gloria Pizarro.

Para ello, la especialista comenta que se pueden colocar nidos en ramas de árboles o colgar comederos. “Hay algunos muy originales y decorativos. Llénelos con semillas que encontrará mezclas en las tiendas de mascotas”, señala.

Recomienda en esta línea, elegir semillas de girasol, el maní sin sal, el maíz chancado, el trigo, la avena, el mijo, pero también las pasas, las frutas (manzana, pera) y las papas hervidas. “Evite el pan seco, las galletas saladas y las comidas saladas”, indica.

Por último, la secretaria de estudios de Agronomía de la Universidad del Pacífico, señala no olvidar darles agua. “Tenga la precaución de reemplazarla periódicamente para mantenerla libre de escarcha y de esta forma los pájaros podrán darse pequeños baños en los que mantendrán su plumaje en buenas condiciones para protegerlos del frío”, finaliza.