El Flat White es un infaltable en las cafeterías especializadas, ¿cómo prepararlo?

No es un latte y tampoco un capuccino. Si bien el flat white también es la mezcla de café espresso con leche, la forma en que se prepara esta última es lo que marca la diferencia.

Originario de Nueva Zelanda, lo que distingue al flat white es que, además del shot de café, este se mezcla casi exclusivamente con leche texturizada, dejando una capa casi imperceptible de espuma de leche encima.

De esta manera, se consigue una bebida con un sabor fuerte a café, ya que no suele servirse en tazas muy grandes, pero con la agradable textura de la leche cuando está suave y cremosa.

Este 11 de marzo, Google dedicó su doodle a esta deliciosa bebida cafeinada. Y no, no es por ninguna efeméride, simplemente por su sabor y popularidad, ¿sabes cómo prepararla?

Flat White
Captura de pantalla de Google

Cómo preparar un flat white

Lo primero es preparar el shot de espresso, para eso se suele necesitar una cucharada sopera grande de café (aproximadamente, dependerá del tamaño de tu máquina). La idea es obtener unos 50 ml de café.

Luego se debe calentar y texturizar la leche, dependiendo del tamaño de la taza que vayas a utilizar, generalmente de 150 ml. Si es posible hacerlo con un vaporizador de leche (como el que viene con varias máquinas de espresso) mejor.

Es muy importante cuidar que la leche no llegue al punto de ebullición. Busca que no supere los 60 grados.

Una vez que hayas vertido el espresso en una taza, añade la leche caliente vaporizada cuidadosamente. Los baristas profesionales la sirven primero a cierta distancia y a medida que se va llenando la taza se acerca la jarra a esta. La idea es que solo quede una fina capa de espuma en la superficie.

Por último, endulza a gusto.

También, puedes ver un videotutorial de como preparar un flat white a continuación: