Si bien hay factores físicos propios de cada bebé que pueden influir en la incidencia de SMSL, los hábitos de sueño seguro como dormir de espaldas y en un entorno apropiado pueden marcar la diferencia para el lactante.

El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, también conocido como SMSL o SIDS (por sus siglas en inglés) es la muerte repentina de un niño o niña, generalmente menor a un año de edad y aparentemente sano. Se le conoce coloquialmente también como “muerte en la cuna”, ya que la mayoría de los casos ocurren mientras el bebé duerme.

Se trata de una de las situaciones más temidas por madres y padres alrededor del mundo, y con justa razón: según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (MedlinePlus) se trata de la principal causa de muerte en niños entre un mes y un año de vida.

Según un artículo de la Revista de Estudiantes de Medicina del Sur, entre 1997 y 2017 se informaron 1728 muertes por SMSL en Chile, que afectaron en su mayoría (57%) a bebés varones. También se identificó una mayor prevalencia en aquellos lactantes entre 1 y 4 meses (72,39%).

¿Por qué ocurre la muerte súbita de bebés?

La muerte de un lactante por SMSL puede obedecer a diferentes motivos. Si bien aún no está del todo claro cuál es la causa principal, existen ciertos elementos que pueden contribuir a una mayor taza de incidencia de este síndrome.

Según la Clínica Mayo, los factores físicos relacionados con el síndrome de muerte infantil súbita incluyen defectos cerebrales, por ejemplo cuando la parte del cerebro que controla la respiración y el despertar no se ha desarrollado lo suficiente; un bajo peso al nacer, lo que puede hacer que el cerebro del bebé no se haya desarrollado completamente; e infección respiratoria, ya que hay evidencia de algunos bebés que murieron por síndrome de muerte infantil súbita que habían tenido recientemente un resfriado que derivó en infecciones respiratorias.

Si bien estos son factores que no se pueden controlar y que pueden contribuir al SMSL, también existen elementos o situaciones externas que pueden aumentar el riesgo de la muerte súbita. Revísalas a continuación.

Cómo prevenir el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante

La falta de oxígeno, y en concreto la dificultad del bebé para reaccionar ante esta, está fuertemente asociada a la muerte súbita en bebés. En ese sentido, hay ciertas prácticas que pueden poner en mayor riesgo al infante, aumentando las posibilidades de morir por falta de oxígeno.

La forma correcta de acostar a un bebé

La manera en que se acuesta a dormir a un lactante puede marcar la diferencia cuando se quiere prevenir una tragedia. Esto incluye la posición del infante, el entorno donde es acostado e incluso la temperatura de la habitación. Al respecto, MedlinePlus entrega las siguientes recomendaciones:

En primer lugar, es importante poner a los bebés de espaldas para dormir, “ponerlos de estómago es para cuando los bebés están despiertos y hay alguien observándolos”. El lugar donde se acuesta también cumple un rol importante: debe ser una estructura diseñada para bebés, como una cuna o moisés, libre de juguetes, peluches o sábanas sueltas. La superficie debe ser firme: un colchón de cuna recubierto solo de una sábana bajera firmemente ajustada.

Otra recomendación que hacen los expertos es no utilizar monitores de bebés ni otros dispositivos comerciales que supuestamente ayudan a reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita. La Academia Americana de Pediatría desaconseja el uso de estos y otros aparatos por su ineficacia y problemas de seguridad. Según la entidad, estos dispositivos no previenen el síndrome de muerte infantil súbita, y tampoco deben reemplazar el uso de las prácticas recomendadas para dormir.

Dormir en la pieza con los padres

Como una manera de prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante, se recomienda que el bebé duerma en la habitación, pero en su respectiva cuna, por lo menos durante los primeros seis meses. Nunca en la misma cama que los padres. Así es más fácil estar atento a cualquier señal de alerta.

En esa misma línea, hay que asegurarse que los bebés no tengan demasiado calor. La entidad recomienda mantener “la habitación a una temperatura cómoda para un adulto”. En esa misma línea, la Clínica Mayo asegura que “si el bebé está excesivamente caliente mientras duerme, puede aumentar el riesgo para síndrome de muerte infantil súbita.”.

¿Amamantar al bebé reduce las posibiliades de muerte súbita?

El Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver señala que “Los bebés que toman el pecho o se alimentan con leche materna extraída tienen menor riesgo del síndrome de muerte súbita del bebé en comparación con los bebés que nunca se alimentaron con leche materna”.

Por su parte, un artículo de la Revista Chilena de Pediatría señaló que “la lactancia materna puede prevenir un 13% de la mortalidad infantil en el mundo, y disminuye el riesgo de muerte súbita del lactante en un 36%”.

¿Qué pasa si mi bebé duerme boca arriba y vomita?

Anthony Porto, pediatra de la Universidad de Yale, señaló en el sitio web de la Academia Estadounidense de Pediatría que “los bebés tosen o tragan automáticamente el líquido que regurgitan o vomitan debido al reflejo nauseoso que evita de manera natural que ocurra una asfixia”.

Y agregó que: “no existe evidencia respecto a que los bebés sanos acostados boca arriba tengan más probabilidades de sufrir episodios graves o mortales que los bebés acostados boca abajo. Pero sí hay evidencia sólida que dice que los bebés acostados boca abajo corren un mayor riesgo de sufrir del síndrome de muerte súbita del lactante”.

¿Cómo abrigar a mi bebé de forma segura?

Como mencionamos, las mantas o frazadas sueltas pueden aumentar el riesgo de sufrir asfixia. Por eso, los especialistas recomiendan acudir a otros métodos para asegurar que los bebés se mantengan abrigados y seguros.

La Clínica Mayo sostiene que “para mantener cálido a tu bebé, prueba usar una bolsa de dormir (también conocido como saquito de dormir en Chile) o vístelo con varias capas en lugar de taparlo con mantas. No le cubras la cabeza al bebé”.