El factor de protección solar es el número que multiplica los minutos que se puede estar bajo el sol sin protección sin sufrir alguna lesión. Para las pieles más blancas, este tiempo de exposición por lo general es de apenas diez minutos en horas de radiación alta.

Llegó el calor y con ello un aumento en la demanda por protector solar. Si bien los expertos recomienan aplicar el bloqueador durante todo el año, aún sigue siendo habitual que su uso se normalice más durante los meses de primavera y verano.

Generalmente, las personas optan por bloqueadores con factor de protección alto, como 50 o incluso 70. Sin embargo, no todos saben con exactitud qué significa el número en el factor y si, efectivamente, mientras más alto significa que será mejor.

¿Por qué existen diferentes tipos de factor de protección solar en el mercado y cuál conviene comprar? Una experta responde.

Tipo de piel y radicación UV

Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada, señala que todo comienza por saber cuánto es lo que soporta la piel expuesta al sol antes de sufrir algún tipo de lesión o quemadura. Esto dependerá de dos aspectos: el tipo de piel y el índice de radiación ultravioleta.

“En 1975 fue creada una clasificación del tipo de piel de cada persona en base a su tonalidad, facilidad para quemarse y capacidad para broncearse, lo que hoy conocemos como el fototipo y es en base a esto que luego se desarrolla el Factor de Protección Solar (FPS)”, explicó.

Según explica, para una piel clara, el tiempo de exposición será mucho más bajo que para una piel oscura.

En verano, este tipo de piel no puede estar más de 10 minutos sin protección, considerando el momento de máxima radiación, que es cerca del mediodía. Si el índice de radiación es más bajo, el tiempo de exposición podría alargarse.

¿Qué significa factor de protección solar?

El factor de protección solar es el número que multiplica los minutos que se puede estar bajo el sol sin protección y sin sufrir alguna lesión. Según Molina, si consideramos el ejemplo anterior, un producto con FPS 30 multiplicará por 30 el tiempo que una persona puede estar expuesta sin presentar complicaciones.

“Vale decir, una vez aplicado, la persona del ejemplo podría estar unos 300 minutos bajo el sol antes de quemarse”, detalla la profesional. Aunque más adelante explicará que este tiempo suele verse reducido por otros factores.

En este sentido, lo ideal es que las pieles más claras utilicen factores con un número mayor en comparación con las pieles más oscuras. De todas formas, se recomienda que el FPS no sea menor a 30 y que los bloqueadores tengan un amplio espectro de protección, tanto para rayos UVA como para UVB.

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¿Cuánto y cuándo aplicar el bloqueador solar?

“Más allá del factor elegido, se debe aplicar una cantidad de producto que genere una capa visible sobre la piel y 30 minutos antes de la exposición. Es necesario que se absorba y llegue a las capas más profundas, buscando conseguir un efecto completo”, explicó la farmacéutica.

Sin embargo, existen situaciones que pueden hacer variar estos cálculos. De acuerdo con Molina, “la eficacia también dependerá de otros factores como la cantidad que se aplica (ya sea en crema, gel o spray), la sudoración, el contacto con el agua o la arena de la playa y la fricción que se genera con la ropa”.

Y agregó que “debido a los elementos que pueden hacer perder su eficacia, es importante volver a aplicarlo cada dos horas o luego de salir del agua. Esto, en todas las zonas que estarán expuestas directamente al sol como el rostro, el cuello, las orejas, brazos y piernas, y el abdomen, en algunos casos”.

Debe utilizarse todo el año

Gracias a diferentes campañas de prevención que se llevan a cabo desde hace años, la mayoría de los chilenos hoy conocen los riesgos de los rayos UV. No obstante, para Molina este conocimiento pareciera no reflejarse en los hábitos de protección diarios.

“Un estudio publicado a comienzos de este año evidenciaba que sólo el 69% de los encuestados utilizaba protector solar durante todo el año, mientras que casi el 42% se aplicaba protección sólo en el rostro y el 55% en todas las zonas expuestas. Esta es una proporción que dista mucho del ideal sugerido por los dermatólogos”, aseguró.

Por último, Molina insiste en que el uso de los protectores solares debe prolongarse durante todo el año. De la misa manera, estos deben adquirirse en lugares establecidos y poseer el registro sanitario del ISP para asegurar su vigencia y autenticidad.

“Recordemos que el uso de los protectores solares no sólo evita quemaduras y el envejecimiento prematuro, sino que también reduce las posibilidades de desarrollar cáncer a la piel, por lo que el producto a utilizar debe cumplir con todas las exigencias y regulaciones”, finaliza.