En un último estudio realizado por Mayo Clinic, se descubrió que los traumas ocurridos en la infancia pueden relacionarse directamente con la inactividad y disfunción sexual en mujeres adultas (entre 40 y 65 años).

Lamentablemente, según la última Encuesta Nacional de Salud Infantil realizada en Estados Unidos durante julio del 2020, uno de cada tres niños vivirá, al menos, una situación estresante o traumática durante su niñez.

Entre 2015 y 2016, más de 1500 mujeres de mediana edad acudieron a la Clínica de Menopausia y Salud Sexual Femenina en la sede de Mayo Clinic, en Minnesota, por preocupaciones relacionadas con la menopausia y su salud sexual.

Al numeroso grupo de consultantes se le solicitó completar una encuesta revelando si habían vivido sucesos angustiantes durante sus primeros años de vida, tales como lidiar con el divorcio de padres, presenciar alcoholismo y/o consumo de drogas, o haber crecido en un hogar violento.

Situaciones violentas en el hogar
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Del total de 1.572 de mujeres que participaron del estudio, el 59% reportó haber tenido experiencias traumáticas en la infancia, un porcentaje indeseablemente alto.

Un niño sano será un adulto feliz

A las pacientes se les pidió, además, evidenciar si tenían problemas con su función sexual en la actualidad: si es que habían sufrido abusos recientes, si presentaban satisfacción en sus relaciones interpersonales y si es que batallaban con problemas del estado de ánimo.

Este estudio define la disfunción sexual femenina como un trastorno que implica problemas persistentes con el deseo sexual, la excitación, la lubricación, la satisfacción, el orgasmo y el dolor sexual; síntomas que pueden desencadenar gran angustia en mujeres que los poseen.

Después del análisis, los investigadores de Mayo Clinic concluyeron que aquellas mujeres que vivieron cuatro o más situaciones adversas cuando niñas, tenían casi el doble de probabilidad de ser sexualmente inactivas en comparación a mujeres que no vivieron situaciones de tal envergadura cuando pequeñas.

Mujeres que vivieron trauma en la infancia pueden presentar disfunción sexual en la adultez
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“Esta asociación parecía ser independiente de otros factores que también afectan la función sexual femenina, como la edad, el estado menopáusico, el uso de terapia hormonal, la ansiedad, la depresión, la satisfacción marital y los antecedentes de abusos recientes”, afirma la Dra. Mariam Saadedine, médica en Mayo Clinic Florida y primera autora de la investigación.

¿Qué implica este descubrimiento?

“Esta investigación se suma a la bibliografía que explora la función sexual en las mujeres”, asevera Ekta Fapoor, Licenciada en Medicina y Cirugía, Directora Asistente del Centro para la Salud Femenina de Mayo Clinic y coautora del estudio.

“La disfunción sexual tiene un impacto significativo en la calidad de vida de una mujer. De acuerdo con estos hallazgos, recomendamos a los proveedores de atención médica que examinen a las mujeres con disfunción sexual en busca de situaciones adversas en la infancia y les ofrezcan un tratamiento multidisciplinario que incluya la remisión a servicios de asesoramiento. Si las consecuencias de las adversidades en la infancia no se abordan de forma adecuada, otras intervenciones para mejorar la función sexual podrían no funcionar”, sentencia la profesional.

Teniendo este estudio en cuenta, resulta menester evaluar la relación entre las situaciones estresantes en los primeros años de vida y la disfunción sexual femenina en grupos diversos de mujeres, incluyendo, especialmente, a aquellas que tienen un acceso limitado a la atención médica y que pertenecen a estratos socioeconómicos más bajos.

Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.