El fin de semana recién pasado, los relojes del territorio nacional se atrasaron una hora por el horario de invierno, todo esto con el fin de adelantar el amanecer. Sin embargo, la medida parece no beneficiar a los pacientes de este trastorno.

El fin de semana recién pasado, los relojes del territorio nacional se atrasaron una hora por el horario de invierno, todo esto con el fin de “adelantar” la hora del amanecer, sin embargo, un grupo de pacientes de depresión estacional vieron afectadas sus rutinas y su salud mental por este cambio.

Al menos eso es lo que señalan varios expertos en la materia. Y es que a todas luces este trastorno estaría relacionado principalmente por la luminosidad de las estaciones.

Tal como describe el psiquiatra y Past President de la Sociedad Chilena de Trastornos Bipolares, Danilo Quiroz en conversación con BioBioChile, este es un término utilizado para referirse a “las personas que sufren depresiones preferentemente durante las estaciones de otoño e invierno, lo que se asocia a los cambios de luminosidad natural producidos por la estacionalidad”.

Depresión estacional

Según describe el profesional, la depresión estacional desarrolla síntomas similares a los de la depresión clínica, tales como “tristeza y menor capacidad para disfrutar, aunque pueden ser más relevantes la falta de energía, el aumento de las horas de sueño o somnolencia y el aumento del apetito”.

Sin embargo, lo distintivo es que estos signos se manifiestan en los meses de invierno y otoño, casi quedando completamente ausentes en verano y primavera.

Al respecto, el profesional recomienda a los familiares de las personas que tienen estos síntomas a prestar atención a señales como: cambios en el estado de ánimo durante varios días o semanas; fatiga o cansancio incluso después de haber dormido lo suficiente; cambios en el apetito, inclinados mayormente a comer en exceso; problemas al dormir, como hipersomnia o exceso de sueño, aunque también podría haber dificultades para conciliar o sostener el sueño; además, puede haber dificultades para concentrarse, en los estudios, trabajo o en las tareas cotidianas.

No obstante, el especialista especifica que no todas las personas que tienen falta de energía en invierno o que comen en exceso tienen depresión estacional. Para ello es importante identificar que el paciente además, y de manera ineludible, vea afectado su funcionamiento general.

¿Influye el cambio de hora?

Consultado sobre si los cambios de hora, como el realizado recientemente en Chile, afecta a estos pacientes, Quiroz afirma: “Lo más relevante en la depresión estacional es el cambio (disminución) en la luminosidad, tanto la intensidad como la duración de exposición de luz y ambos factores no se modifican con el cambio de horario”.

Es decir, el cambio de hora no es tan relevante, pues por sí misma las estaciones de otoño e invierno son menos luminosas, lo que sí puede tener un impacto en los pacientes de depresión estacional.

No obstante, apunta, los cambios en los horarios de las rutinas si pueden tener un impacto importante en el ánimo: “A través de la alteración en la regulación de los ritmos circadianos, es decir, los ciclos diurnos en que se regulan distintas funciones corporales, como por ejemplo, el sueño, apetito, energía, etc., que se correlacionan con variaciones hormonales, de temperatura, neurotransmisores, etc. que son centrales para el funcionamiento del organismo”.

Como una manera de contrarrestar los síntomas de manera casera y en conjunto al tratamiento médico, el psiquiatra recomienda exponerse a la luz solar en estas épocas del año, evitar usar cortinas de tipo blackout, mantener horarios y rutinas, socializar y utilizar lámparas de simulación de amanecer y atardecer.