El estrés que ha significado más de un año de pandemia, el encierro y el teletrabajo, han ocasionado momentos de inestabilidad psicológica y emocional.

Muchas personas incluso han llegado a sentir que pierden el control de emociones, indicando que la adrenalina está poniendo a tu cerebro y tu cuerpo en alerta para que estés listo para la próxima crisis inesperada, pero también significa que tu hormona natural estabilizadora del estado de ánimo, la serotonina, se está agotando o está baja.

Con el tiempo, la tensión continua que produce el estrés en el cuerpo puede contribuir a problemas graves de salud, como enfermedades cardíacas, presión arterial alta, diabetes y otras enfermedades incluidos trastornos mentales como la depresión o la ansiedad, según se indica en el sitio del National Institute of Mental Health.

Pixabay

La especialista en psicología Georgia Witkin, describe, además, el estrés como parte del agotamiento emocional, lo cual puede tornarse muy difícil al momento de resolver nuevos desafíos diarios.

En un artículo que la psicóloga escribió para Psychology Today, plantea un Inventario de Agotamiento Emocional, en el cual con sólo ocho preguntas reflexivas, podrías descubrir lo que te está afectando:

1. Sonrío con menos frecuencia de lo que solía, incluso en situaciones que normalmente encontraría divertidas.

2. Mis sentidos parecen apagados, así que la comida sabe plana, la música no me mueve, los masajes en la espalda no me dan placer, y busco ropa negra o gris.

3. No puedo dormir. O no puedo dormirme, quedarme dormido, o todo lo que quiero hacer es dormir.

4. Socializar es difícil.  Cuando estoy con amigos o familiares, me siento desconectado y me cuesta prestar atención a lo que dicen.

5. Me alteran fácilmente las voces, los ruidos o el movimiento. Me siento nervioso e inquieto.

6. Soy más irritable de lo que solía ser, especialmente en las filas, en línea y en el teléfono.

7. Mi nivel de ansiedad es más alto de lo habitual, y las multitudes y el tráfico me hacen sentir claustrofóbico.

8. Lloro más fácilmente, particularmente durante películas, noticias tristes, historias sentimentales e incluso programas con finales felices.

Freepik

Si estás experimentando cualquiera de estas reacciones al estrés, “es probable que estés emocionalmente agotado y es hora de conservar tu energía emocional mediante la reducción de las demandas emocionales”, explica la especialista.

Cuatro formas de aliviar el agotamiento emocional

Para Witkin, existen diversas formas de aliviar este cansancio interno que pueden hacer una gran diferencia en tu vida, pero necesitan ser puestas en práctica constantemente.

Primero, para la especialista es muy importante no abrumarse. “La mayoría de nosotros estamos tan ocupados cuidando de todos y de todo lo demás que tenemos un déficit de tiempo. Y el déficit aumenta a medida que los teléfonos inteligentes nos hacen más accesibles para emergencias, consultas y tareas adicionales las 24 horas del día, además de enviar mensajes de texto consume todo el tiempo adicional que se supone que nos está ahorrando”, agrega.

Ante esto, la psicóloga propone comenzar a decir que “no”. “Si estás lidiando con un diagnóstico de infertilidad, un problema financiero, una enfermedad familiar o más de un estrés a la vez, nunca tendrás una mejor excusa para comenzar a decir “no” cuando estás sobrecargado, para que puedas recuperar el aliento y restaurar tu sentido de control”.

Además, recalca que decir “no”, no debería ser motivo de culpa o justificación, sino una manera de defenderse a sí mismo, y que lo mejor es aprender a dar explicaciones y no excusas.

Segundo, darse un descanso. “Puede sonar natural tomar un descanso cuando estás emocionalmente agotado, pero si lo fuera, ya lo estarías haciendo.  En cambio, la mayoría de nosotros tratamos de ‘ponernos al día’ y ‘salir adelante’ antes de darnos permiso para hacer una pausa, pero eso solo agrega más estrés y menos control”, señala.

Actividades como el deporte, una ducha caliente, bailar, leer, cantar, ayudan a quemar la adrenalina que se libera con el estrés. Un beneficio adicional de pausar es que puedes enfocarte en el presente, en lugar de revivir las tensiones del pasado o ansiosamente prevenir posibles tensiones futuras.

Freepik

Tercero, mantener conectados tu cerebro y cuerpo. Para la psicóloga, es posible combatir el agotamiento emocional eligiendo cuidadosamente tus pensamientos y comportamientos.

“Puedes elegir comportamientos que apaguen el sistema de preparación para emergencias de tu cuerpo de la misma manera. Actúa como si todo fuera normal, como si tuvieras energía, como si quisieras ir a trabajar, y realmente puedes hacerlo. En lugar de que tus hormonas del estrés te mantengan hipervigilante, todas tus hormonas para sentirte bien serán estimuladas, y tu cuerpo podrá descansar”, indica Georgia Witkin.

Cuarto, evalúa tu propia perspectiva. Los problemas difíciles son un hecho de la vida, no un castigo personal. Si te estás culpando a ti mismo y te estás enfocando en lo que deberías haber hecho o podrías haber hecho de manera diferente, vuelve a etiquetar tu problema como inconveniente, no como un fracaso.

“Culparte a ti mismo no solo es generalmente inexacto, sino que también perpetúa el agotamiento emocional. Además, incluso si fuera tu culpa, deberías perdonarte a ti mismo, no hacerte sentir peor”, agrega la psicóloga.

Recuérdate a ti mismo buscar apoyo y permítete recibirlo. Sólo hablar te dará la oportunidad de escucharte a ti mismo, ajustar tus pensamientos y sentimientos y entenderlos mejor.