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Una mujer en Nueva Zelanda sufrió una reacción alérgica al tomar el fármaco Lamotrigina para tratar la depresión, desencadenando el poco conocido Síndrome de Stevens-Johnson (SJS). Este caso plantea la interrogante sobre por qué el cuerpo reaccionaría de forma agresiva a este medicamento que originalmente se recetaba para tratar los efectos de la epilepsia, y ahora como antidepresivos y de estabilización del ánimo. Un descontrol de dosis puede llevar a situaciones graves como las ampollas que requiere tratamiento urgente.

Desarrollado por BioBioChile

Una mujer en Nueva Zelanda sufrió una reacción alérgica tras tomar el fármaco Lamotrigina para tratar la depresión. Este efecto es uno, del poco conocido, Síndrome de Stevens-Johnson (SJS).

A raíz del caso de Charlotte Gilmour, una mujer de 23 años, que desarrolló ampollas en su cuerpo por ingerir un medicamento antiepiléptico, surge la duda. ¿Por qué provocaría tal agresividad en su cuerpo?

La Lamotrigina, es un fármaco que se da a los pacientes para tratar los efectos de la epilepsia.

“Los fármacos antiepilépticos son un grupo de medicamentos cuyo efecto terapéutico principal es la prevención de convulsiones, crisis convulsivas o crisis epilépticas“, indicó para BioBioChile, Carolina Mella Palma, química farmacéutica de Redfarma.

Fármaco Lamotrigina para tratar los efectos de la epilepsia

Originalmente este medicamento fue recetado para tratar los efectos ya mencionados, sin embargo, gracias al avance de las investigaciones, se descubrió que también tiene otros propósitos.

“Se descubrió que también tiene un efecto antidepresivo y de estabilización del ánimo. No sólo eso, sino que, además, es un medicamento que tiene pocos efectos secundarios y que es muy bien tolerado“, explicó para BioBioChile, Francisco Sidgman, inmunólogo de Clínica Bupa.

Específicamente según el experto, la Lamotrigina es usado para “los trastornos del ánimo, tanto unipolar como bipolar. En el caso del trastorno bipolar, es ampliamente utilizado para controlar síntomas depresivos“, explicó.

Ante ello, Carolina complementó que también son recetados para “dolores neuropáticos, migrañas o el síndrome de piernas inquietas”.

¿Por qué provocaría el Síndrome de Stevens-Johnson?

Según el inmunólogo, el medicamento posee una baja cantidad de efectos secundarios, sin embargo, un descontrol de dosis puede provocar ciertas situaciones como las ampollas derivadas del Síndrome de Stevens-Johnson.

Tal como indica el sitio Mayo Clinic, el SJS inicia con los síntomas más comunes de las gripes, para luego formar ampollas que se extienden por el cuerpo.

Según Sidgman, “es una de las alergias a fármacos más severas, con una alta mortalidad y que requiere tratamiento urgente”, explicó.

Cabe recordar que las alergias se dan producto de que el sistema inmune desconoce el medicamento y lo ataca, consignó el experto.

“La lamotrigina es un fármaco que tiene un mayor riesgo que otros, y por eso para controlar ese riesgo, el tratamiento debe ser gradual. Si se aumenta la dosis muy rápido, el sistema inmune podría activarse y producir la reacción“, explicó.

Procedimiento luego de sufrir un efecto secundario o SJS

En caso de que el fármaco provoque efectos secundarios, el experto explica que su procedimiento consiste, primero que todo, en suspenderlo. Y posteriormente, derivar al paciente hasta una Unidad de Cuidados Intensivos o Unidad de quemados.

“El tratamiento busca regular la respuesta inmune, por lo que se suelen utilizar medicamentos como la ciclosporina y los corticoides”, explicó.

En cuanto a la recuperación, la persona puede recuperare entre 2 a 4 semanas desde que se suspende el medicamento.

“Una vez dado de alta, el paciente no puede volver a tomar el medicamento ni ninguno que sea del mismo origen, ya que se puede desencadenar de nuevo la reacción”, enfatizó Francisco Sidgman.

Consideraciones al ingerir Lamotrigina

En cuanto a las consideraciones que se debe tener, respecto a la ingesta de este tipo de fármacos, Carolina enfatizó en las restricciones para cierta población.

Se debe tener especial cuidado en “niños y ancianos, ya que estos fármacos pueden alterar la conducta, el estado de vigilia y las funciones cognitivas”, explicó.

A ellos también se suman la limitación en “mujeres y adolescentes por sus potenciales efectos secundarios como, alopecia, amenorrea y obesidad”, agregó.

Carolina también indicó que se debe considerar no mezclar el fármaco con otro tipo de medicamentos, para así evitar ‘interacciones farmacológicas’.

Por último, se recuerda que todo tratamiento con este medicamento, al igual que otros, debe ser monitoreado por un médico, para así evaluar la efectividad del tratamiento y detenerlo en caso de efectos secundarios.