La pequeña tenía autismo y solía rociar sus sábanas y habitación con el producto, pues le recordaba a su madre. Ahora su padre se esfuerza por advertir de los peligros de estos aerosoles.

Georgia Green, una niña británica de 14 años, murió de un paro cardíaco luego de inhalar desodorante en aerosol.

La situación fue informada por la BBC la semana pasada, pero el deceso de la niña ocurrió a mediados del año pasado. La razón del desfase es que ahora su padre, Paul, lucha por dar a conocer los riesgos detrás de estos productos.

Georgia pertenecía al Espectro del Trastorno Autista (TEA) y solía rociar desodorante en aerosol, pues le recordaba a su madre y bajaba sus niveles de ansiedad.

“Si se sentía de alguna manera un poco ansiosa, rociaba este aerosol y le daba una sensación de comodidad porque es un desodorante que usaba mi esposa”, explicó su padre Paul Green al medio británico.

A pesar de las advertencias que incluyen estos productos sobre no dejarlos al alcance de los niños, el hombre se excusó en que la letra de esta advertencia era muy pequeña y casi imperceptible a simple vista.

Sumado a esto, aseguró que a pesar de que la niña hubiese rociado gran cantidad del producto, esto no debería haber significado un problema, pues la puerta de su habitación estaba abierta cuando encontraron su cuerpo.

¿Qué otros peligros tiene inhalar desodorante en aerosol?

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas del gobierno de EE.UU detalla que los aerosoles pueden contener sustancias químicas tales como nitrito amílico, nitrito butílico, benceno, butano, propano, tolueno, entre otros.

La inhalación de estos pueden poner en riesgo la salud, provocando asfixia, inhalaciones repetidas pueden hacer que las altas concentraciones de los vapores reemplacen el oxígeno; sofocación, al bloquear la entrada de oxígeno a los pulmones; convulsiones, al provocar descargas eléctricas anormales en el cerebro; coma; atoramiento; trauma mortal y muerte.

Sin embargo, el caso de Georgia no es el único, pues la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) detalló que el “desodorante” se mencionó en 11 certificados de defunción entre 2001 y 2020.

Aunque se piensa que el número sea mayor, pues las sustancias específicas de estos productos no se mencionan en las actas de defunción.